La evaluación más exhaustiva sobre el estado del medio ambiente global ha revelado potenciales soluciones que, al invertir en un clima estable, en ecosistemas saludables y en la reducción de la contaminación, podrían generar billones de dólares adicionales al PIB mundial, prevenir millones de muertes y sacar a cientos de millones de personas de la pobreza y el hambre.
El informe «Perspectivas del Medio Ambiente Mundial, séptima edición: Un futuro que elijamos», presentado en el séptimo período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente en Nairobi, es el resultado del esfuerzo de 287 científicos de diversas disciplinas de 82 países. Este documento, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destaca que fenómenos como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación han tenido un costo colosal, que ya asciende a billones de dólares anuales.
El informe insta a la adopción de enfoques integrales que transformen los sistemas económicos, energéticos y alimentarios, proyectando beneficios globales que podrían alcanzar hasta 20 billones de dólares anuales para 2070. Un aspecto fundamental para esta transformación es la necesidad de dejar de priorizar el PIB como único indicador de éxito, y comenzar a considerar también el capital humano y natural, lo que permitiría a las economías avanzar hacia modelos más sostenibles y circulares.
Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, subrayó que el mundo ha logrado avances significativos en temas ambientales, desde acuerdos internacionales hasta logros concretos en energías renovables y áreas protegidas. No obstante, enfatizó que es vital que todas las naciones capitalicen estos avances e inviertan en la salud del planeta.
El informe propone dos vías de transformación: una centrada en cambios de comportamiento que reduzcan el consumo material y otra en el desarrollo tecnológico y mejoras de eficiencia. Se anticipa que los beneficios económicos de estos enfoques emergen alrededor de 2050, con el potencial de evitar hasta nueve millones de muertes prematuras y sacar a cerca de 200 millones de personas de la desnutrición.
Para alcanzar la meta de emisiones netas cero para 2050, se estima que se necesitará una inversión anual de aproximadamente 8 billones de dólares. Sin embargo, los costos de no actuar se traducirán en una mayor devastación ambiental y económica. Las proyecciones indican que si se continúan los modelos de desarrollo convencionales, las emisiones de gases de efecto invernadero seguirán aumentando, lo que podría generar un incremento del PIB mundial y una reducción drástica en la disponibilidad de alimentos.
El informe hace un llamado a diversos sectores de la sociedad, desde gobiernos hasta organizaciones no gubernamentales, para reconocer la urgencia de las crisis ambientales y colaborar en la creación de políticas y estrategias que garantizan un futuro sostenible. La transformación de la economía, la gestión de recursos y la promoción de un entorno saludable para todos son aspectos cruciales que deben ser prioritarios en la agenda global.
Fuente: ONU últimas noticias
