Sea cual sea el resultado de la final de la Copa de S.M. el Rey de esta noche, el fútbol habrá sido algo injusto. Sí, también hará justicia, por supuesto, pero creo que siempre pensaremos también en el otro, en esa parte de injusticia que quedará para siempre.
Porque llegan dos equipos que buscan cerrar una buena temporada, con un título. Ambos han tenido cerca sumar otro y no lo han conseguido. Todos en Athletic Club de Bilbao y Fútbol Club Barcelona esperan con ansia este partido, esta final, en el Estadio Vicente Calderón.
La injusticia de la que hablo reside en quien pierda, lógicamente. Es el último partido de Pep Guardiola en el banquillo del Barcelona, tras cuatro gloriosas temporadas, con un triplete, dos Champions League, tres de cuatro ligas, dos Mundiales de Clubes… y más. Ha ganado trece títulos desde que llegó en verano de 2008. Un palmarés envidiable, que entra de lleno en la historia del club azulgrana y en la historia del fútbol. El Camp Nou le despidió emotivamente en su último partido de Liga. Su último partido será hoy en Copa y puede suponer otro título, o despedirse perdiendo una final, un título.
El Athletic de Bilbao ha cambiado esta temporada. Con la base de Joaquín Caparrós, Josu Urrutia llegó a la presidencia con Marcelo Bielsa como técnico. Un entrenador metódico, perfeccionista, inteligente, apasionado, intranquilo… Un enfermo del fútbol. Cogió un equipo muy bueno para mejorarlo poniendo su sello. Hemos disfrutado con sus partidos, en los que siempre ha buscado la portería contraria, ha presionado al rival constantemente, ha querido la posesión del balón y nos ha brindado monumentos al fútbol, como la eliminatoria frente al Manchester United en Europa League. Perdió esa competición en la final. Y hoy quieren resarcirse, porque también merecen este título. Hace 28 años que no lo levantan, y quieren sacar la gabarra de nuevo. Y no se sabe si Bielsa continuará, aunque es algo que todos los hinchas leones quieren.
Ambos son los reyes de Copas. Los azulgranas tienen 25 y los leones, 23. Hoy el fútbol, sea como sea, se portará mal con alguien, será algo injusto.
