Tal como indica el prólogo del poeta mexicano Javier Villaseñor, este libro es una muestra del recital de poesía Chilango Andaluz llevado a cabo simultáneamente en Sevilla y Ciudad de México en Octubre de 2007. Ambos, recital y antología, persiguen recuperar a la poesía como lenguaje unificador que traspase fronteras y enhebre culturas que, por otra parte, comparten un tejido común.
Por supuesto, en el libro hay todo un rosario de estilos, imaginería, percepciones e idearios… No se puede esperar que más de 60 autores tengan un estilo unificado, ni siquiera cuando dicen pertenecer a un mismo movimiento o generación, que no el caso de estos poetas. Tómese el libro pues, como lo que es, una exposición de voces vivas y palpitantes, y disfrútese de las palabras.
Y hay mucho donde disfrutar, desde luego. Desde la experimentación, cocida al fuego lento de Sabines, de Adán Medellín o Adriana Tafoya, al modernismo más clásico –esa pasión por el ritmo y sus deliciosas síncopas- de Pluscuamperfecto 0; desde la necesaria poesía social y ardiente de Jose María Gómez Valero, a la poesía prosaica, casi relato, al modo de Carver, de Juan Manuel Gil o la poesía que bebe de nuestro mundo llano, de la coloquialidad de cada día, de Isabel Ruiz Carrasco o de Proctorul, las imágenes líquidas y vibrantes del mismo Javier Villaseñor o de Andrés Cisneros de la Cruz… Y no tengo ya espacio, y me gustaría, para hablar de Isaac Pérez Catalán, Iván Vergara, David Franco Monthiel, David Eloy Rodríguez, Nieves Chillón y tantos otros.
Por cierto, que no se me olvide: qué preciosidad de edición, da gusto tener entre las manos un libro hecho con tanto cariño.
