Guardiola ha firmado así un acuerdo pero no un contrato, que se firmará cuando llegue el nuevo presidente y si así lo quiere. En palabras del técnico: «No podíamos esperar más tiempo siendo un año importante para el club con las elecciones tan cercanas. Teníamos que tomar una decisión y la tomo con firmeza. En algún momento dejaré de ser entrenador del Barça pero no podría ser más feliz. Ayer le dije que daba mi palabra de ser entrenador del Barça si el nuevo presidente así lo quiere».
La explicación al tiempo de espera para tomar la decisión la ha dado el propio Guardiola, argumentando que tenía que sopesar los pros y los contras, «los títulos ganador no te dan el derecho a continuar, eso te lo da cada partido. Quería saber si tenía fuerzas y la voluntad de los jugadores, por eso le pedí tiempo al club». Se lo dieron y la decisión les ha llevado a todos a buen puerto. El club demostró que le quería, los jugadores lo han manifestado por activa y por pasiva, ayer mismo lo decía el segundo capitán, Xavi Hernández, «No contemlo un Barça sin Guardiola» y la afición no puede imaginar un entrenador mejor. Todos contentos y a seguir trabajando. Repetir el triplete no será posible esta temporada tras la eliminación la semana pasada en la Copa del Rey ante el Sevilla, pero todavía quedan muchos títulos por delante y mucho trabajo que hacer.
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