En 2022, la mayor parte de las exportaciones de servicios de la Unión Europea (UE) hacia países no pertenecientes a la unión correspondieron a grandes empresas, aquellas que cuentan con 250 o más empleados. Este segmento empresarial realizó el 56% de las exportaciones, mientras que las pequeñas empresas, que emplean hasta 49 trabajadores, representaron solo el 14%. Las empresas medianas, entre 50 y 249 empleados, contribuyeron en un 10% a estas cifras. Un 20% adicional de las exportaciones no se puede atribuir a ningún tamaño específico de empresa.
En la mayoría de los países de la UE, las grandes empresas lideran las exportaciones de servicios hacia el exterior. Las cifras más destacadas provienen de Finlandia, donde estas empresas abarcan el 74% de las exportaciones, seguidas de Alemania con un 72% y Eslovaquia con un 70%. Sin embargo, también hay excepciones notables: en Malta, las pequeñas empresas son las principales exportadoras, acaparando el 86% de las exportaciones, mientras que Estonia y Luxemburgo presentan percentajes del 59% y 49%, respectivamente. Las empresas medianas desempeñan un papel destacado en Bulgaria, donde representan el 28% de las exportaciones.
En cuanto a la propiedad de las empresas, se observa que las empresas controladas por capital extranjero juegan un papel fundamental en las exportaciones de servicios de la UE. En Luxemburgo, esta categoría representa un asombroso 85% de las exportaciones, seguida de Irlanda con un 80% y los Países Bajos con un 64%. En contraste, las empresas bajo control nacional lideran las exportaciones en países como Dinamarca, donde constituyen el 79% del total, Finlandia con un 70% y Francia que alcanza un 63%.
Esta información se deriva de los datos sobre el comercio de servicios según las características empresariales, que muestran un panorama variado y revelador acerca de la dinámica de exportación en la UE. Las cifras reflejan no solo la importancia de las grandes empresas en el comercio internacional, sino también el impacto significativo que las pequeñas y medianas empresas pueden tener en ciertos mercados. A medida que la economía global continúa evolucionando, cada vez se hace más imprescindible entender estos patrones de exportación para formular estrategias comerciales eficaces y responder a las necesidades cambiantes del mercado.