Hay veces en las que pensamos que a algunos escritores se les va un poco la pinza. A mí me pasó con J. K. Rowling y el último libro de Harry Potter, donde la cosa se desmadró un poco con tanta muerte – innecesarias la mayoría – y tanto drama. Pero no ha sido el único libro con el que me he quedado un poco de aquella manera.
Con Dan Brown también me pasó. Con El Código da Vinci y Ángeles y Demonios no tanto, pero con Fortaleza Digital le eché la cruz, como dicen en mi tierra y no he vuelto a leer más libros suyos. Porque además, me tocó un poco la fibra. Y es que después de casi ocho años viviendo en Sevilla, encontrarme las barbaridades que me encontré en el libro, como que me echaron para atrás.
Supongo que algo habrás oído: que en los hospitales hay canastas de baloncesto en los patios donde están los enfermos, que se han matado personas subiendo por las escaleras de la Giralda – ¿qué escaleras, si sólo hay rampas? – y, esa perla que dejó para finalizar un capítulo que a mí me encantó.
Después de describir que las mujeres iban a misa con mantilla y peineta – será que el señor Brown vino un Jueves Santo y le pilló todo el barullo, porque si no me lo explico – finaliza la acción con un: «¡Los malditos españoles comulgaban al principio de la misa!» Yo no sé este hombre dónde se metió cuando visitó Sevilla, pero me parece que no fue en la misma ciudad en la que yo vivo.
La cuestión es que hace tiempo encontré una aplicación bastante divertida para reírte un rato a costa del señor Brown. Se trata de una web en la que hay un simulador de novelas de este escritor. Pones un nombre, un apellido y una ciudad y él solito se encarga de crearte el argumento. Y si pulsas F5 te da uno nuevo. Aunque las combinaciones creo que son limitadas, te vale para echarte unas risas. Y como este tipo de novelas están tan de moda, a lo mejor incluso de vale para tomar ideas… ¿no crees?