En 2022, el gasto en atención sanitaria preventiva dentro de la Unión Europea alcanzó el 5,5% del total de los gastos en salud. Este incremento se debe a las medidas preventivas implementadas en respuesta a la pandemia de COVID-19, que continuaron activas a lo largo del año pasado. Desde 2019, la proporción de gasto en atención preventiva había ido en ascenso, pasando del 2,9% en 2019 al 3,5% en 2020, hasta alcanzar el 6,1% en 2021.
Los datos de 2022 muestran que los países europeos que más invirtieron en atención sanitaria preventiva fueron Alemania, con un 7,9% de su gasto total; Austria, con un 7,4%; y Finlandia, que registró un 6,4%. Por otro lado, Malta, con un 1,2%, fue el país con la menor inversión en este tipo de atención, seguido de Polonia y Eslovenia, con un 1,9% y un 2,0%, respectivamente.
El gasto en atención preventiva por persona en la UE se situó en €202, lo que representa una disminución del 6% en comparación con el año anterior, cuando se registraron €216 por habitante. Entre los países de la Unión, Alemania lideró en cuanto a gasto per cápita, alcanzando los €458, seguida de Austria con €411 y los Países Bajos con €312. En contraste, los países con menor gasto en atención sanitaria preventiva per cápita fueron Polonia (€22), Rumanía (€24) y Bulgaria (€31).
Estos datos cobran especial relevancia al coincidir con la celebración del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero y tiene como objetivo aumentar la concienciación sobre la enfermedad y fomentar la prevención. La evidencia sugiere que una mayor inversión en atención preventiva podría resultar en mejores resultados de salud pública y un control más efectivo de enfermedades crónicas, incluido el cáncer. La apuesta por la prevención se consolida como un aspecto crucial en las políticas de salud de los países europeos en el contexto actual, donde la atención temprana puede marcar una diferencia notable en la calidad de vida de la población.