España ha vuelto a demostrar que este equipo tiene margen de confianza y lo ha hecho en el momento decisivo, derrotando a la selección de Serbia por un contundente 90 a 60, treinta puntos de diferencia que podían haber sido mucho más si España no hubiera bajado el ritmo en el último cuarto. Con este triunfo, la selección Española vuelve a estar entre los favoritos para revalidar el triunfo logrado hace dos años en Lituania, aunque para ello antes tendrá que derrotar a la selección Francesa, que se deshizo de Eslovenia en el otro partido de cuartos de final.
Desde que la selección española lograra la clasificación para los cuartos de final, todos los jugadores venían comentando que esta selección se crece en los momentos importantes, y visto lo visto en el partido de ayer, razón no les falta. El partido se puede definir como perfecto en todos los aspectos de juego, una aguerrida defensa, gran acierto en los tiros a canasta y un control total tanto en el rebote ofensivo como defensivo.
Desde el primer minuto del encuentro, se vio que España estaba enchufada en el partido. Un parcial de 8 – 0 en los primeros minutos hizo que el entrenador serbio pidiese el primer tiempo muerto del partido, pero de poco sirvió, porque los jugadores españoles seguían haciendo una gran defensa, para llegar al final del primer cuarto con un marcador de 21 – 5.
El segundo cuarto no fue distinto, y la ventaja siguió aumentando gracias al buen partido de Sergio Rodríguez, el mejor del encuentro, que era capaz de repartir juego y anotar. Al descanso 25 arriba para España y prácticamente todo decidido.
Tras el descanso, los serbios parecieron bajar los brazos cuando llegaron a estar 40 puntos por debajo a falta de 3 minutos para final del tercer cuarto, momento en el que Orenga decidió reservar a los jugadores habituales y dar entrada a los que menos minutos han tenido en el torneo.
El viernes a las 9 de noche, España – Francia por un puesto en la final.
