Es urgente Expandir los Servicios para Más de Mil Millones de Personas con Trastornos de Salud Mental

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Más de mil millones de personas viven con trastornos de ‎salud mental, urge ampliar los servicios

Los recientes datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que más de mil millones de personas en todo el mundo sufren trastornos de salud mental. Estas afecciones, que incluyen la ansiedad y la depresión, tienen un impacto significativo tanto en el bienestar humano como en la economía global.

A pesar de los esfuerzos de muchos países por mejorar sus políticas y programas en este ámbito, la OMS advierte que es crucial aumentar la inversión y la acción a gran escala para ampliar los servicios de salud mental disponibles. Los trastornos mentales afectan a todas las edades y niveles socioeconómicos, posicionándose como la segunda causa de discapacidad a nivel global. Esto resulta en un incremento en los años de vida saludables perdidos, así como en gastos en atención médica que aquejan a las familias afectadas y generan pérdidas económicas considerables. Se estima que la depresión y la ansiedad, por separado, le cuestan a la economía mundial alrededor de un billón de dólares anuales.

Estos hallazgos se presentan en dos informes clave, que son esenciales para orientar las estrategias de salud mental de los países y establecer un diálogo internacional en el marco de la próxima Reunión sobre las enfermedades no transmisibles y la promoción de la salud mental, programada para septiembre.

Uno de los informes indica que, si bien hay variaciones en la prevalencia de los trastornos mentales según el sexo, las mujeres son desproporcionadamente afectadas. El suicidio se mantiene como un problema crítico, con aproximadamente 727,000 defunciones registradas en 2021. En particular, es una de las principales causas de muerte entre la juventud en distintos contextos socioeconómicos.

Aunque los países han mostrado avances en sus políticas de salud mental desde 2020, pocos han adoptado leyes que estén alineadas con los derechos humanos, y solo el 45% asegura que su legislación cumple con estándares internacionales. Además, el gasto público en salud mental se mantiene en un escaso 2% del presupuesto total de salud, sin cambios desde 2017. Las disparidades son notables, ya que los países de altos ingresos invierten aproximadamente 65 dólares por persona en salud mental, mientras que aquellos de bajos ingresos apenas destinan 0.04 dólares.

El informe también señala que menos del 10% de los países ha completado la transición hacia modelos de atención comunitaria, con una dependencia considerable de hospitales psiquiátricos. Casi el 50% de los ingresos hospitalarios se da sin el consentimiento del paciente, y más del 20% de estas estancias exceden un año. Sin embargo, hay signos positivos de integración de la salud mental en la atención primaria, y más del 80% de los países ofrecen ahora apoyo psicosocial en respuesta a emergencias, un incremento notable desde el 39% reportado en 2020. Además, la disponibilidad de servicios de telemedicina ha aumentado, aunque el acceso sigue siendo desigual. La mayoría de los países también ha comenzado a implementar iniciativas para promover la salud mental.
Fuente: ONU noticias Salud