El Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió este martes durante la Cumbre del G20 en Río de Janeiro que el mundo se enfrenta a un futuro crítico si no se implementan cambios en las políticas climáticas actuales. Según Guterres, si las tendencias actuales continúan, la temperatura del planeta podría aumentar hasta 3 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales para finales de este siglo, lo que provocaría catástrofes con consecuencias devastadoras para las economías globales. La urgencia de limitar ese aumento a 1,5 grados es fundamental y, por ello, instó a los países a acelerar la reducción de emisiones de carbono en un 9% anual durante esta década.
El Secretario General expresó su preocupación por el hecho de que, en lugar de disminuir, las emisiones siguen en aumento y los esfuerzos para transitar de combustibles fósiles a energías renovables no están a la altura de las circunstancias. Guterres subrayó que el final de los combustibles fósiles es inevitable, pero enfatizó que el cambio debe realizarse de manera justa y equitativa. Recordó que los países del G20 son responsables de aproximadamente el 80% de las emisiones globales y les instó a liderar la acción climática.
“Fracasar no es una opción. El éxito de la COP29 está en sus manos”, declaró, haciendo un llamado a la responsabilidad de los líderes para garantizar que la próxima Cumbre Climática en Baku, Azerbaiyán, logre un acuerdo significativo sobre financiamiento climático. Los mandatarios presentes respondieron encargando a sus representantes que no volverán a sus respectivos países sin haber alcanzado un buen acuerdo.
Mientras tanto, las conversaciones en Baku son tensas. Simon Stiell, líder de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, destacó que el éxito de la COP29 beneficiará a todos los países, a pesar de que las negociaciones han avanzado lentamente en los últimos días. Stiell instó a los países a mejorar sus planes climáticos para facilitar esta transición urgente hacia una economía sostenible.
Además de abordar cuestiones climáticas, Guterres habló sobre la necesidad de reformas en la gobernanza de las instituciones globales, señalando un déficit de confianza en estas entidades ante problemas como la pobreza, las desigualdades y la crisis climática. En este contexto, también abordó la ineficacia del Consejo de Seguridad de la ONU y la necesidad de realizar reformas que no sean vistas como meros espejismos.
El Secretario General también hizo hincapié en la urgente necesidad de transformar la arquitectura financiera global, que considera obsoleta e injusta. Guterres instó a los países del G20 a tomar acciones decisivas que permitan involucrar adecuadamente a las naciones en desarrollo en la gobernanza financiera internacional, así como a crear un sistema tributario más equitativo.
Además, en su intervención, Guterres abogó por una gobernanza adecuada en torno a la inteligencia artificial, sugiriendo la creación de un Panel Científico Internacional Independiente y un diálogo global bajo el auspicio de la ONU. Resaltó que las decisiones sobre el desarrollo de esta tecnología recaen principalmente en los países del G20, llamando a estos a liderar el camino en la definición de opciones de financiamiento para los países menos desarrollados.
Guterres concluyó enfatizando la necesidad de persistir en las reformas de gobernanza global como esenciales para reconstruir la confianza en el mundo actual, en un momento en el que la cooperación internacional es más crucial que nunca.
Fuente: ONU últimas noticias