La tecnología actual facilita que se puedan celebrar juntas de manera íntegramente telemática, permitiendo la participación en condiciones de igualdad de todos los accionistas. Este modelo está ampliamente implantado en otros países, como Alemania o Estados Unidos. La conferencia “Las Juntas de Accionistas del Siglo XXI”, organizada por BME, ha analizado estas nuevas tendencias y los cambios necesarios para favorecer la participación de los accionistas. Grandes empresas españolas, como Santander, Telefónica o Iberdrola, junto con proxy solicitors, asociaciones de accionistas, magistrados, despachos y catedráticos de derecho mercantil, han compartido sus opiniones para la modernización de la legislación sobre juntas generales.
Las grandes cotizadas españolas coinciden en la necesidad de reformar la normativa vigente en España para que cada compañía elija libremente cómo celebrar su Junta General. Los expertos destacan que en España la regulación de las juntas generales carece de la flexibilidad necesaria para la celebración de juntas íntegramente telemáticas, que ya son habituales en otros países europeos y en Estados Unidos, además de ser la forma preferida por muchos accionistas e inversores institucionales, que en la mayoría de los casos residen en otros países.
Esta es una de las principales conclusiones de la jornada “Las Juntas de Accionistas del Siglo XXI: Modelo de junta permanente y telemática”, organizada por BME en el Palacio de la Bolsa de Madrid, y que ha contado con la participación de representantes de empresas cotizadas como Santander, Telefónica o Iberdrola, de la federación de inversores Better Finance, de la consultora Georgeson y de expertos de despachos de abogados como A&O Shearman, Cuatrecasas y Garrigues, así como con magistrados, catedráticos y miembros de la Comisión General de Codificación.
Las grandes cotizadas cuentan con canales permanentemente abiertos para la participación activa de los accionistas a lo largo del todo el año y no circunscrita al día y la hora de la junta general como recoge la legislación vigente. Gracias a estos medios en estas sociedades, la mayoría de los accionistas ejercen sus derechos de información y propuestas a lo largo de todo el año y su derecho de participación en la Junta lo hacen a distancia antes de la reunión, transformando la junta general en un proceso continuo y auditable de información y participación.
Javier Hernani, CEO de BME, dio la bienvenida a los asistentes y destacó la importancia de la modernización de las Juntas Generales. “Una mejor comunicación e interacción entre los emisores y los inversores redundaría en una mayor confianza en el mercado y, por consiguiente, en un abaratamiento en los costes de capital. Por tanto, para las empresas es clave facilitar la máxima información e involucración de los accionistas en la compañía. En este sentido, la tecnología ha abierto nuevas vías de comunicación que deben ser explorados en toda su potencia y virtualidad”, señaló el CEO de BME.
Durante la jornada, se discutieron las medidas necesarias para avanzar en la involucración activa de los accionistas, las tendencias actuales y futuras en la organización de las juntas generales y las propuestas de reforma de la normativa vigente en España. Se evaluaron las preferencias de los accionistas sobre el formato de las juntas (presencial, híbrido o telemático) y las limitaciones legales que dificultan la celebración de reuniones completamente telemáticas.
En la primera mesa redonda, sobre tendencias actuales y futuras en materia de celebración de juntas generales, los ponentes se centraron en las políticas y canales para la involucración permanente de los accionistas, poniendo de manifiesto su valiosa contribución a la organización de una junta exitosa. Asimismo, constataron la importancia de diversificar los medios de información y participación a disposición de los accionistas, así como la preferencia de los inversores institucionales por la participación a distancia, principalmente, antes de la reunión.
La segunda mesa redonda abordó el marco legal actual comparado y propuestas de reforma de la Ley de Sociedades de Capital. Este grupo de expertos destacó que el formato de junta exclusivamente telemática empleado con resultados muy satisfactorios durante la pandemia ha caído en desuso, a pesar de sus ventajas para maximizar la participación en compañías de gran dimensión y proyección internacional en su accionariado.
Las condiciones impuestas por la Ley de Sociedades de Capital dificultan para estas sociedades convocar sus reuniones de forma exclusivamente telemática, sin que esta regulación imperativa proteja de manera más eficaz los intereses de los accionistas y la igualdad de trato entre ellos.
La última mesa redonda se centró en los accionistas como los verdaderos protagonistas de las compañías cotizadas y contó con los principales secretarios de consejo de empresas cotizadas de primer nivel. Los representantes de estas corporaciones destacaron el esfuerzo de sus compañías para responder e, incluso, anticiparse a las expectativas de los accionistas e inversores, como ponen de manifiesto las medidas de involucración expuestas durante la jornada, que forman parte de sus respectivas políticas corporativas. En este contexto, destacaron la importancia de lograr el equilibrio entre las normas legales imperativas y la autorregulación de las sociedades cotizadas, que deberían poder elegir el modelo de junta general más apropiado en cada momento, en función de las circunstancias y de los intereses presentes en su accionariado.
Las propuestas para mejorar la normativa española y equipararla a los principales países europeos debatidas en la jornada van en línea del Libro Blanco sobre la competitividad de los mercados financieros españoles, publicado por BME y que incluye 56 propuestas concretas. Es un trabajo que contó con las aportaciones de una treintena de entidades y un buen número de participantes y actores del mercado de capitales español.
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