El Real Madrid tuvo un partido relativamente cómodo, hasta el punto que está casi sentenciada la eliminatoria, porque no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo, porque es casi imposible que el Tottenham remonte el 4-0. El problema es que los jugadores del equipo blanco están muy cargados de tarjetas amarillas, y no pudieron forzar una para no jugar el partido de vuelta y estar limpios para semifinales, tan sólo Pepe vio la amarilla y no fue precisamente por provocarla.
Los jugadores Pepe, Carvalho, Ramos, Cristiano y Di María estaban a falta de una tarjeta, y viendo como estaba el encuentro la podían haber buscado, pero la alegría por el encuentro parece que les sirvió para olvidarse de forzar la amarilla y llegar limpios a semifinales.
Después del partido ante el Ajax de Amsterdam, parece que Mourinho aprendió la lección sobre provocar tarjetas amarillas, las sanciones han hecho mella en el técnico y en esta ocasión, cuando creo que era más necesario, no pidió a sus jugadores forzar la tarjeta, veremos si esto no pasa factura en semifinales.