Precisamente el ataque estuvo liderado por su fichaje de este año, Rutenka, el hombre del millón de euros fue una pesadilla para los defensas del Ciudad Real, y es que marcó cinco goles en el primer tiempo, después el mister azulgrana lo reservaba en ataque y lo ponía más en la defensa, porque gente como Iker Romero o Ugalde también estaban inspirados, el primero sumó siete y el segundo cinco, todos en la primera media hora.
El problema de los de Talant Duishebaev fueron los primeros minutos, porque el Barcelona consiguió un parcial de 9-2, y encima no permitían que el marcador se «cerrara», hasta el punto que al descanso se fueron con ocho goles de diferencia, anotando 20-12, de nada sirvió el intento de reacción porque con Kallman que sumó siete goles estaba muy solo, ya que en el Ciudad Real solo funcionaron los laterales, y eso se demuestra con gente como Entrerríos que se fue sin anotar un gol