En 2023, la tasa de desempleo en la Unión Europea (UE) alcanzó un notable descenso, situándose en el 6,1% de la población activa entre los 15 y 74 años, lo que representa el nivel más bajo desde 2014. Este logro se ha visto acompañado por una caída significativa en la tasa de desempleo de larga duración, que se ubicó en el 2,1%, marcando un mínimo histórico desde el inicio de la serie temporal en 2009.
Sin embargo, el panorama del desempleo de larga duración presenta marcadas diferencias entre los países miembros de la UE. Grecia se destacó negativamente con una tasa del 6,2%, seguida por España (4,3%) e Italia (4,2%). En contraste, Dinamarca y Países Bajos figuraron con las tasas más bajas, ambas en 0,5%, superando a Chequia, Malta y Polonia, que registraron un 0,8%.
En cuanto al desempleo juvenil, la UE también experimentó niveles históricamente bajos. La proporción de desempleo entre los jóvenes de 15 a 29 años fue del 6,3% de la población total de esa misma franja etaria. No obstante, las disparidades entre los estados miembros persisten: Suecia presentó la mayor proporción de desempleo juvenil con un 10,9%, seguida de cerca por España con 10,8% y Grecia con 9,8%. Por otro lado, Chequia, Bulgaria y Alemania registraron las tasas más bajas, con un 2,4%, 3,2% y 3,3%, respectivamente.
Estos datos reflejan tanto el avance en la reducción del desempleo en el bloque europeo como las diferencias que aún persisten entre sus naciones, subrayando la necesidad de políticas adaptadas a las realidades específicas de cada país.