El Barcelona cumplió con el pronóstico de ser el máximo favorito para pasar a la final, y eso que enfrente tenía a un poderoso CSKA de Moscú, que pudo jugar a lo que peor le viene al equipo de Xavi Pascual, que no es otra cosa que a tanteos bajos, pero ni por esas pudo parar a las estrellas azulgranas que tienen en la mano el primer de los dos objetivos.
El partido comenzó con un CSKA por delante gracias al acierto de Planinic y Siskaukas, pero no iba a ser el partido de los tirarores, y es que las estrellas de ambos equipos fallaron mucho, de hecho Navarro no anotó hasta que lanzó su sexto tiro, un triple que daba la vuelta al marcador y daba tranquilidad a la afición azulgrana.
El marcador estuvo igaulado en todo momento, la tercera falta de Khryapa y la gran defensa de Pete Mickael fueron claves para que el Barcelona estuviera tranquilo en el marcador, y es que el CSKA solo llevaba un 11% en triples y 26% en el total de lanzamientos de campo.
En los últimos minutos apareció la figura de Lorbek, porque cuando el marcador estaba tan solo de cinco arriba y restaba algo más de un minuto, lanzó un triple que hizo que estallara de alegría todo el barcelonismo, además la tranquilidad la rubricó un gran Ricky Rubio, que se quedó con diez puntos, con otro triple y la machacó Fran Vázquez con un mate, el pívot fue el máximo anotador azulgrana con 11 puntos.