La pandemia actual nos ha hecho enfrentarnos a situaciones que jamás habríamos podido figurarnos. En apenas un año, nuestro estilo de vida ha dado un giro de 180 grados. Cosas que antes nos resultaban rutinarias han pasado a sernos ajenas, y viceversa. Hemos aprendido a convivir con las mascarillas, los geles hidroalcohólicos, los controles de temperatura y los saludos con los codos, entre otras muchas cosas.
En tiempos en los que el distanciamiento social está a la orden del día, y las aglomeraciones y reuniones han pasado a ser algo que debemos evitar a toda costa, actividades que antes nos eran cotidianas, tales como acudir a una sala de cine a disfrutar de una buena película, o deleitarnos con los estrenos de la cartelera cinematográfica con unas palomitas, simplemente ya no son factibles de la forma en que lo eran.
El mundo de la cultura ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis de la COVID-19. Cines, teatros y salas de conciertos de toda España han sufrido gravemente las consecuencias de esta complicada situación. No obstante, centrándonos un poco en lo que al séptimo arte se refiere, se ha producido un fenómeno que como poco nos ha parecido curioso. Tal y como ocurre con todas las situaciones que entrañan peligro, aflora de lo más hondo del ser el instinto más básico de supervivencia para mantenerse a flote. Un instinto del que ha hecho alarde el cine en estos últimos meses.
El coronavirus como elemento clave en el auge de los autocines
¿Quién nos iba a decir que en pleno siglo XXI asistiríamos al retorno del autocine? En un momento histórico en el que lo que está de moda es ver series y películas en plataformas como Netflix, HBO o Prime; los autocines de España se han erigido como las alternativas más viables para aquellos que no se conforman con los medios digitales y echan de menos disfrutar de las películas a la antigua usanza, frente a la gran pantalla.
¿A qué se debe el nuevo auge de estos viejos amigos? Resulta que por sus características específicas ofrecen a los cinéfilos la posibilidad de disfrutar de un buen filme con toda la seguridad de no estar en contacto con otros núcleos de convivientes. Parece haber una tendencia generalizada que ha llevado a estos recintos a recuperar la popularidad que tuvieron antaño, y convertirse en una gran opción de ocio en tiempos de prevención y precaución.
En España, varias de estas instalaciones funcionaban de manera estable durante todo el año, pero en este último tiempo se han vuelto mucho más populares. En la actualidad, en el territorio nacional contamos con el Autocine Madrid RACE, el Autocine de Gijón, el Autocine Gexto, el Autocine Star de Valencia, el Drive In de Dénia y el Autocine El Sur de Alicante. De hecho, se prevé que otros nuevos vayan proliferando gracias a que la amplitud de estos recintos facilita el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social que impone la pandemia de Coronavirus.
Está claro que disfrutar del cine desde tu coche es la nueva tendencia en España. Clásicos del cine como Grease, Los Goonies, Los Cazafantasmas o Eduardo Manostijeras ahora de la forma más propia que nunca. Volvemos atrás en el tiempo para deleitarnos con las producciones cinematográficas al más puro estilo americano.