En España, los tumores digestivos representan más del 25% de los nuevos casos de cáncer diagnosticados anualmente, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). Esta cifra destaca la importancia de avanzar en el diagnóstico y tratamiento de este tipo de cánceres, que incluyen el de colon, páncreas, hígado y estómago. Sin embargo, un informe reciente ha puesto de manifiesto un grave problema: el 61% de los tratamientos recomendados por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y registrados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para tumores digestivos no cuentan con financiación completa en el sistema sanitario español.
El informe Oncoindex, que analiza la disponibilidad y financiación de medicamentos oncológicos, revela que, de los 31 tratamientos indicados por la ESMO para estos tipos de cáncer, 13 no tienen ninguna financiación y 6 presentan restricciones. Entre los más afectados está el cáncer de hígado, en el que cinco de las nueve terapias recomendadas carecen de financiación y tres tienen limitaciones, lo que supone una pérdida del 35% en comparación con el período anterior. Este descenso en el acceso a tratamientos podría tener un impacto significativo en la supervivencia y calidad de vida de los pacientes.
La Fundación Alivia ha subrayado la necesidad de que estos medicamentos estén plenamente cubiertos por la sanidad pública para mejorar la atención a los pacientes y reducir las altas tasas de mortalidad asociadas a los tumores digestivos. La fundación advierte de que algunos de los tratamientos más innovadores, como los anticuerpos monoclonales para el cáncer de estómago en fase avanzada o los quimioterápicos para el cáncer colorrectal, tienen costes muy elevados que muchos pacientes no pueden asumir. Por ejemplo, el precio de un envase de estos fármacos supera los 3.000 euros, con un coste mensual que puede exceder los 9.000 euros por paciente.
Carla Galán, responsable de programas de Alivia en España, ha destacado que «las nuevas opciones terapéuticas recomendadas por la ESMO son fundamentales para controlar el avance de los tumores digestivos y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Es urgente que las instituciones tomen conciencia de esta situación y faciliten el acceso a estos tratamientos». Además, Galán ha resaltado el papel de la fundación en proporcionar información actualizada a los pacientes sobre síntomas y tratamientos, así como en concienciar a las autoridades sanitarias sobre la importancia de financiar estas terapias.
En cuanto a la prevalencia de los tumores digestivos, el cáncer de colon es el más común, con una supervivencia a cinco años de aproximadamente el 65%, aunque esta cifra puede superar el 90% si se detecta en etapas tempranas. Por otro lado, el cáncer de páncreas tiene una de las tasas de supervivencia más bajas debido a su diagnóstico tardío y alta agresividad. Aunque la incidencia del cáncer de estómago ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo una causa significativa de mortalidad.
Recientemente, se ha publicado un estudio en el Journal of Clinical Oncology que utiliza Inteligencia Artificial para predecir la mortalidad por cáncer de estómago. Los resultados indican que los varones mayores de 80 años y los pacientes de origen hispano tienen un mayor riesgo de fallecer por esta enfermedad. Los investigadores consideran que este tipo de herramientas podrían integrarse con datos clínicos en tiempo real para desarrollar pronósticos personalizados, mejorando así la planificación terapéutica y la gestión de recursos.
El Oncoindex, que evalúa la disponibilidad de fármacos oncológicos en Europa, se basa en los medicamentos registrados por la EMA en los últimos 15 años y en las recomendaciones de eficacia contrastada de la ESMO. Su objetivo es medir el acceso real de los pacientes a tratamientos innovadores y poner de relieve las barreras que limitan su disponibilidad.