El sábado en el partido entre el Valencia y el Real Madrid me faltó en el campo algo que era muy típico del Valencia, y no es otra cosa que el carisma y la garra valenciana. En el campo los jugadores valencianistas parecían derrotados antes de comenzar el encuentro, con el pasillo, se acabó toda la intensidad que tenían que haber demostrado ante un Real Madrid plagado de suplentes.
No sé si fue la falta de motivación al ver la clasificación, muy lejos de los de arriba y con el tercer puesto casi en el bolsillo, o por el contrario que el entrenador no fue capaz de enchufarles en los primeros minutos, pero está claro que faltó más jugadores de la tierra, más jugadores que sientan los colores y que sepan que el equipo ché no se puede marchar así de Mestalla.
El problema es que el equipo había pedido que Mestalla se llenara, que la afición respondiera con camiseta blancas en un partido clave, y los aficionadores pondieron, incluso aguantaron varios minutos en el campo atónitos y sin dar crédito a lo que estaba pasando, y es que una vez más, el Valencia le faltó carácter en el partido clave.
Foto: elvalencianista
