En un mundo donde cada vez son más las personas preocupadas por el cuidado del medio ambiente, el uso de los envases y cierres metálicos ofrecen multitud de beneficios gracias a la economía circular. Para dar a conocer todos estos beneficios, la Asociación Metalgráfica Española ha puesto en marcha una campaña bajo el lema «El Metal Se Recicla Para Siempre», campaña que va dirigida a toda la sociedad.
Mediante esta campaña, se busca informar a los consumidores los muchos valores que tienen este tipo de envases y cierres de metal, destacando entre todos ellos su capacidad para ser reciclados una y otra vez.
El metal es uno de los materiales más sostenibles que existen ya que se recicla para siempre, fomentando así el proceso de economía circular. Por ello, en la campaña estará muy presente el símbolo del infinito, concepto que representa la cualidad del metal de ser un material permanente e infinitamente reciclable.
El material idóneo para envases y cierres
Por sus características, el metal ha demostrado ser el material de envasado idóneo frente a otros ya que, además de los beneficios relacionados con la sostenibilidad, los envases y cierres metálicos son un claro ejemplo de eficiencia y rendimiento en la cadena de producción y suministro. Además, esta solidez permite que el llenado, almacenado y posterior transporte de los envases se realice sin riesgo alguno de rotura o pérdida del producto.
En cuanto a la parte más estética, los envases y cierres metálicos ofrecen a las marcas una gran ventaja competitiva. La adaptación de tamaño, forma y diseño que permiten estos envases, hace que las marcas tengan infinitas posibilidades para escoger la que mejor se adapte a sus necesidades.
¡Siempre al contenedor amarillo!
El metal es, además, el material que más se recicla: la tasa conjunta de reciclaje de acero y aluminio de envases en 2021 en España alcanza el 86,4% y constituye un referente en cuanto a ahorro de energía y reducción de emisiones de CO2.
Para que estas cifras sigan incrementándose, con esta iniciativa AME quiere hacer llegar a la población un mensaje claro: el consumo de los envases metálicos -latas de conserva y bebidas, aerosoles, envases industriales como los de pintura o envases decorativos como una caja metálica de galletas- y de cierres metálicos –chapas, tapas o el precinto metálico del vino- es una forma de consumo sostenible. Por ello, y este será otros de los mensajes clave, todos ellos han de depositarse en el contenedor amarillo.