Más de cincuenta profesionales del sector inmobiliario se dieron cita en Barcelona para la tercera edición de las V Talks, un evento organizado por Vecinos Felices. El acto, moderado por Mercedes Blanco, CEO de la organización y vocal de la comisión de vivienda de la Cámara de Comercio de Barcelona, contó con la participación del arquitecto y urbanista Daniel Mòdol. Juntos, exploraron las diversas estrategias necesarias para enfrentar el grave déficit de vivienda que afecta a la ciudad.
El encuentro se centró en la densidad urbana, la flexibilidad en los usos del suelo y el papel clave del sector privado. Mòdol destacó que el crecimiento de la vivienda en el área metropolitana de Barcelona está alcanzando límites no solo en localidades cercanas como el Vallès y el Baix Llobregat, sino también en regiones más distantes como Girona. «La ciudad ya no se puede administrar en términos exclusivamente locales», afirmó.
Uno de los puntos de consenso durante la discusión fue la urgente necesidad de abordar el aumento de la densidad poblacional en ciertas zonas de la ciudad y la importancia de flexibilizar la normativa sobre el uso del suelo. Mòdol alertó que entre 15,000 y 20,000 viviendas faltan cada año para satisfacer la demanda en el área metropolitana, y subrayó el deterioro del parque edificatorio debido a la paralización de los procesos de rehabilitación.
Blanco, por su parte, subrayó el significativo incremento en la demanda de modelos residenciales alternativos, como el flex living y el coliving. Ante el hecho de que más del 30% de la población residente en Barcelona es temporal, enfatizó que se requieren nuevas soluciones habitacionales que se alineen con estos estilos de vida.
Los expertos coincidieron en que el sector privado debe jugar un papel más activo en la búsqueda de soluciones. Como ejemplo, Mòdol mencionó el proyecto de los Jardines de Clara Campoamor, donde el Consistorio y las inmobiliarias colaboraron en la remodelación del espacio público, una iniciativa que resultó positiva para todas las partes involucradas.
Además, se debatieron las posibilidades de la construcción modular y prefabricada como respuesta a la escasez de vivienda. Mòdol advirtió que, aunque se han implementado proyectos innovadores, no se han consolidado tradiciones en este tipo de edificaciones, lo que puede afectar su mantenimiento y durabilidad. «El reto está en mejorar los sistemas tradicionales desde una perspectiva medioambiental», explicó.
El debate concluyó con un llamado a repensar el urbanismo desde una dimensión metropolitana y a largo plazo, evitando soluciones temporales. «No se puede pretender encontrar una solución pequeña para un problema tan grande. Hace falta una estrategia integral que contemple densidad, movilidad, servicios e infraestructuras», concluyó Mòdol, abogando por la creación de nuevos barrios bien conectados fuera del núcleo urbano de Barcelona.
