La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha emitido un informe que denuncia la represión brutal y sistemática de las protestas estudiantiles que tuvieron lugar en Bangladesh durante el año pasado. En el documento, se detalla que el gobierno anterior, junto con los servicios de seguridad e inteligencia del país, llevaron a cabo una serie de graves violaciones de derechos humanos, a menudo en colaboración con grupos violentos. Volker Türk, Alto Comisionado para los Derechos Humanos, manifestó que hay “motivos razonables” para creer que ocurrieron cientos de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas, acciones que se realizaron bajo la dirección y coordinación de altos funcionarios políticos y de seguridad.
El informe sugiere que entre el 1 de julio y el 15 de agosto de 2022, hasta 1,400 personas podrían haber perdido la vida, y miles más resultaron heridas, en su mayoría a causa de disparos de las fuerzas de seguridad. Alarmantemente, entre el 12 y el 13% de los fallecidos eran niños. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad informaron la muerte de 44 de sus propios agentes durante estos incidentes. Además, el Ministerio de Sanidad reveló que durante la ola de protestas se registraron más de 13,000 lesiones, muchas de las cuales fueron tratadas en hospitales, con un número notable de pacientes que sufrieron lesiones oculares.
El informe también documenta casos de violencia de género, incluyendo agresiones físicas y amenazas de violación, añadiendo una capa más de preocupación a la ya grave situación de derechos humanos en el país. La comunidad internacional observa con inquietud la magnitud de la represión y la atención que será necesaria para abordar las profundas y complicadas violaciones a los derechos humanos que se perpetúan en Bangladesh.
Fuente: ONU últimas noticias