Imagina que esta noche tienes una cena y no has tenido tiempo durante toda la semana de hacer los preparativos para sorprender a tus familiares que vienen a visitarte tras un viaje de muchas horas en avión.
Ibas a sorprenderles con tu famoso pastel de carne pero la oficina, las clases de equitación y la reunión con las antiguas compañeras de la universidad han hecho que la semana se haya echado encima y no te haya dejado ni un sólo segundo para preparar esta reunión familiar.
No pierdas más el tiempo y contrata una cena de lujo a domicilio con todos los detalles de una cena convencional pero con la ventaja de que no hay demoras ni olvidos y todo quedará presentado como si hubieras acudido al mejor restaurante de la ciudad y sin ponerte el delantal.
Dependiendo de los comensales y de la calidad de la comida que vayamos a encargar la cuenta es variable y por lo tanto el precio de los platos suele ser más elevado ya que hay que contar varios factores como el desplazamiento por parte del restaurante y la opción de elegir una de las horas disponibles según tu agenda.
Si tus invitados son atrevidos y se lanzan a las nuevas experiencias puedes optar por encargar una cena oriental con fusiones de nuestra cocina tradicional, la cocina española y los resultados suelen ser muy favorables ya que tus familiares apreciarán el sabor de una alta gastronomía servida en casa sin preocupaciones de reservas, ruido y desplazamientos.
Para los paladares más exquisitos puedes encargar una cena o una comida de domingo a la carta, es decir, tus platos favoritos que no aparecen en el menú del restaurante se pueden confeccionar con un precio muy superior a lo que el establecimiento dispone habitualmente en su lista de platos.
Cuelga definitivamente el delantal y deja que otros cocinen por ti, ellos no lo notarán y tu descanso y salud lo agradecerá.
Fuente: anelis