En 2023, el 28% de los ciudadanos de países no pertenecientes a la Unión Europea residentes en el bloque y mayores de 65 años percibieron su salud como mala o muy mala. Esta cifra contrasta notablemente con el 16,6% de los ciudadanos mayores de otros países de la UE y el 18,3% de los nacionales que expresaron el mismo sentimiento acerca de su salud. Estos datos revelan una brecha significativa en la percepción de la calidad de salud entre distintos grupos de ciudadanos de la UE.
Al analizar el grupo de edad de 45 a 64 años, el 11% de los ciudadanos de fuera de la UE también se percibieron en mala o muy mala salud, mientras que para los ciudadanos de otros países de la UE el porcentaje fue del 9,7% y para los nacionales fue del 8,3%. En los jóvenes de 16 a 44 años, las diferentes categorías de ciudadanía informaron porcentajes mucho más bajos de percepción negativa de salud, indicando una tendencia menos marcada en las generaciones más jóvenes.
Un hecho destacado es la variabilidad de estas percepciones dentro del género. Entre los ciudadanos de fuera de la UE, el 8,5% de las mujeres tenía una autoevaluación negativa de su salud, en comparación con el 7,3% de los hombres. Por otro lado, entre los nacionales, el 9,8% de las mujeres expresó tener mala o muy mala salud, frente al 8% de los hombres. Curiosamente, entre los ciudadanos de otro país de la UE, los hombres reportaron una peor percepción de salud (7,8%) en comparación con las mujeres (7,4%).
En cuanto a la distribución geográfica, Letonia lidera la lista de países de la UE con mayores proporciones de ciudadanos no pertenecientes a la UE que perciben su salud como mala, alcanzando un 28%. A Letonia le siguen Estonia con un 17,5% y Francia con un 14,3%. En el extremo opuesto, Italia reporta la menor proporción con solo un 1,5%, seguida de cerca por Malta y Bulgaria, ambos con un 1,8%.
Estos datos son parte de un análisis más detallado sobre la integración de inmigrantes y las estadísticas de salud en la UE, subrayando la importancia de abordar las disparidades en salud percibidas entre los diferentes grupos de ciudadanos para lograr una mayor equidad y bienestar en la región.