Ayer jugaba Brasil con Japón, aunque algunos lo tachaban de entrenamiento de los brasileños antes de octavos, no creo que fuera así, los japoneses dieron el susto y Brasil supo reaccionar, pero en un mundial todos los partidos son serios y sirven para algo, y este partido ha servido para recuperar una sonrisa que puede dar miedo…

 Japon 1-4 Brasil

«Unicaja Campeón de la ACB»

La selección italiana ha ganado su partido con la República Checa  por 0-2. En un partido donde la tensión era enorme, ya que el que perdía quedaba eliminado, los italianos han vuelto a echar mano de ese fútbol ramplón que les da tantos y tantos éxitos en competiciones como esta.

 Republica Checa 0-2 Italia

África ya tiene un representante en octavos, y sigue soñando, aunque su rival en octavos es más que posible que sea Brasil. Ghana ha ganado con apuros a los de Arena, ayudados en parte por un riguroso penalti señalado a favor y por la poca efectividad norteamericana.

 Ghana 2-1 EEUU

Vuelta sexta, curva número 14, shinya nakano rodando por dejado de 1:40, valentino intentando mejorar su marca personal para acercarse al nipón, de repente el asfalto ejerce una fuerza gravitatoria fuera de lo habitual y cae al suelo. En un primer momento y como consecuencia del estado de shock no siente dolor  pero con posterioridad empiezan a aflorar hematomas y dolores tan intensos que se dice a si mismo: «algo no marcha bien«.

Como si de magia negra se tratase, la categoría reina del motociclismo parece sometida a una especie de maleficio.

Tal dia como hoy hace 20 años el mundo del futbol se paró, un argentino bajito cogía el balón en el centro de campo y se regateaba a media Inglaterra para marcar el que dicen que es el mejor gol de la historia de los mundiales. El mejor gol para todo el mundo menos para los argentinos. En ese mismo partido, Maradona metió un gol antes, tras 1 rechace saltaría y metería gol con la mano. La llamada «Mano de Dios». Esa Argentina acabaría ganando el mundial y coronando a Maradona como el más grande. De eso ya ha pasado mucho tiempo y la vida del «pelusa» ha dado ya demasiadas vueltas.