Tocó sufrir hasta el último minuto, esa debe ser la esencia de ser colchonero, pero al final el Atlético de Madrid se llevó el gato al agua. Anotamos esta fecha para la historia: 12 de mayo de 2010. Ese día pasará a la historia como el día en el Atlético de Madrid se hizo con el primer título de la nueva Europa League ante el Fulham, en Hamburgo, por 2-1 en el minuto 116 de la prórroga.

Después de 48 sin conseguir un título europeo, 24 años sin llegar a una final y 14 años sin celebrar un título, una nube de ceniza no iba a estropear la oportunidad a los cholchoneros, y aunque costó llegar allí estaban todos, tanto equipo como afición estaban dispuestos a aprovechar una noche que se auguraba muy buena.

No pensaba Quique Sánchez Flores dejar a sus jugadores desaprovechar esta ocasión y en el minuto 31 se adelantaron en el marcador por medio de Diego Forlán, el héroe de Anfield. Se desató la locura en las gradas rojiblancas y ya se veían con la copa en la mano, sin embargo el Fulham les estropeó momentaneamente la felicidad haciendo el empate en el 36′ por medio de Davies. Desde aquí hasta el final de la primera parte los atléticos siguieron avanzando hacia la portería de Shwarzer, pero el papel cambió tras el descanso. Los ingleses salieron con fuerzas renovadas y comenzaron a encarrilar la portería de De Gea que tuvo que hacer un par de paradas que bien valen un puesto en la selección, aún con 19 años.  El Atlético vivió momentos complicados pero se supo reponer aunque hacia el final de los noventa minutos los dos conjuntos estaban hastiados físicamente. Había que sacar fuerzas de flaqueza porque nos íbamos a la prórroga.