Uno de los bases más grandes de la historia de nuestro baloncesto reciente, Nacho Azofra, vuelve a las canchas. Pero no con MMT Estudiantes, el equipo de su vida. La demencia le despidió el año pasado con un âhasta luegoâ, pero va a tener que esperar, ya que acaba de firmar un contrato hasta final de temporada con el Lagun Aro Bilbao Basket. El veterano base madrileño de ya 37 años, se encontraba entrenando con el equipo EBA de Estudiantes, y está como un chaval deseando volver a hacer lo que mejor sabe: jugar al baloncesto.
El Lagun Aro necesitaba un base, si era con experiencia mejor, y no ha podido tener mejor elección posible. Varios equipos de la zona baja de la ACB ya se habÃan interesado en sus servicios además del equipo bilbaÃno; como por ejemplo Bruesa Guipuzcoa y Polaris World Murcia.
A pesar de que sólo le llamaron equipos de abajo, Azofra no le daba importancia al hecho, él lo que querÃa era volver a jugar, pero no de cualquier manera. Quizás, el contrato asegurado hasta final de la campaña haya sido lo que decantara la balanza hacia Bilbao.
A la espera de que llegara una oferta de garantÃas, Azofra se encontraba entrenando con el equipo EBA del âEstuâ, desde hace varios meses. Fruto de las buenas relaciones que siempre ha habido entre el equipo y un jugador que ha dado todo en la cancha por los colores del equipo estudiantil. Incluso, cuando decida poner fin a su carrera como jugador, sabe que tiene abiertas las puertas en Estudiantes, ya que por contrato tiene cuatro años asegurados dentro del cuerpo técnico del club.
Nacho Azofra habÃa estado nada menos que 17 años como capitán del equipo del Ramiro. Alcanzó en ese tiempo las 1.500 asistencias en los 681 partidos que disputó (Nacho RodrÃguez le acaba de quitar el récord de encuentros disputados). Fruto de ello las dos Copas del Rey que conquistó, en los años 1992 y 2000.
Sus pases, tanto como sus acciones o lanzamientos de tres (con doble suspensión incluida) nunca serán olvidados, porque siempre resultaban ser decisivos en el devenir del encuentro. El base colegial siempre supo cuándo se debÃa jugar una posesión o a qué compañero debÃa cederla el balón para que hiciera lo propio. Ahora podrá volver a demostrarlo.
La gran duda es conocer el estado fÃsico de Azofra, ya que aun entrenando, lleva varios meses apartado de la alta competición, de partidos serios. Pero, sin lugar a la duda, no le costará cogerlo en pocas jornadas. Además, dada la situación del equipo bilbaÃno, quienes no estaban nada contentos con el rendimiento de Ivan Koljvecic como director de orquesta, el bueno de Nacho disfrutará de galones nada más llegar.
Siempre tuvo todo lo que le hacÃa falta a un base: visión; ritmo; manejo del balón y de los partidos; lanzamientos decisivos; garra; mentalidad ganadora⦠Jamás pues, entenderé cómo Nacho Azofra no fue un fijo en la selección nacional de baloncesto.