Un reciente estudio titulado «Mantenimiento industrial en transición», elaborado por el Instituto Fraunhofer de Flujo de Materiales y Logística IML en colaboración con osapiens, revela que el sector de mantenimiento en Europa está cada vez más interesado en la transformación digital. Según los hallazgos, un 63 por ciento de las empresas han comenzado su proceso de digitalización. A pesar de la confianza masiva en el potencial de las herramientas digitales, que alcanza al 92 por ciento de los entrevistados, muchas de estas organizaciones enfrentan importantes obstáculos que les impiden avanzar hacia una transformación efectiva y generar un retorno real de la inversión.
El director general de la comunidad Fraunhofer Smart Maintenance, el Dr.-Ing. Thomas Heller, señala que, aunque muchas empresas se consideran digitalmente avanzadas, en realidad a menudo operan con sistemas aislados en lugar de contar con soluciones integradas que ofrezcan una visión clara de los datos, procesos y personas implicadas. Esta fragmentación tecnológica se traduce en un uso limitado de los sistemas de gestión de mantenimiento computarizado (CMMS), que apenas representa un 6 por ciento de las herramientas implementadas en la ejecución de tareas de mantenimiento.
El estudio, que entrevistó a 407 responsables de mantenimiento de empresas manufactureras medianas en el Reino Unido y Europa continental, también revela que casi un tercio de las empresas sigue utilizando hojas de cálculo para la planificación y ejecución, mientras que el 59 por ciento depende de herramientas básicas como Google Sheets, lo que indica una brecha significativa en la adopción de tecnologías más sofisticadas.
Para abordar estas deficiencias, se ha desarrollado un Índice de Madurez del Mantenimiento que categoriza a las empresas en función de su progreso hacia prácticas más avanzadas. Este índice revela que solo el 15 por ciento de las compañías ha logrado una madurez significativa en su enfoque hacia el mantenimiento, evidenciando que muchas aún operan de manera reactiva. Además, el estudio destaca que la integración de la inteligencia artificial en las operaciones de mantenimiento se ha iniciado, pero se realiza de manera cautelosa y en términos tácticos.
A pesar de la creciente conciencia sobre el valor de la digitalización, el desafío radica en la capacidad de las empresas para demostrar un retorno de inversión claro. Actualmente, solo el 40 por ciento de las organizaciones ha adoptado herramientas de seguimiento de indicadores clave de rendimiento que permitan evidenciar este retorno.
Expertos en el campo apuntan que gestionar adecuadamente estos cambios no solo impulsará la eficiencia operativa, sino que también posicionará el mantenimiento como una ventaja competitiva clave en el mercado.
