15.922.000 personas se concentraron anoche frente al televisor para ver como Cesc Fábregas, a las 23:20 de la noche, lanzaba el penalti que daba a España el pase a seminfinales y conseguía colocar al partido como la emisión más vista en la historia de la televisión en nuestro país.
La ocasión lo merecía. Las tres victorias de la selección española en la fase de cuartos hacían pensar en una posible victoria ante Italia. Si Rusia eliminó a Holanda y Turquía remontó en el descuento de la prórroga ¿por qué España no podía ganar a Italia?. Ese pensamiento rondaría por muchas de las cabezas de los millones de espectadores que se plantaron frente a la televisión de su casa, frente a la pantalla de un bar o en la plaza de Colón de Madrid.
Una media de 11,5 millones de personas vieron el partido en toda España, el 68, 8 % de share, pero lo datos siguieron subiendo. A medida que el partido avanzaba la audiencia se iba conectando al televisor para ver el desenlace, fatal o feliz, nadie lo sabía, pero allí estaban los españoles.
En la prórroga las cifra alcanzó los 14.131.000 personas ( 72 % del share), en los penaltis la audiencia llegó a superar los 15 millones y el momento más visto fue el último penalti lanzado por Cesc Fábregas que rompió con la maldición de cuartos.
Esa cifra es la más alta de la historia de la televisión desde que Sofres mide estos datos, y supera con creces el anterior de 14.380.000 que consiguieron las votaciones de Eurovisión cuando Rosa representó a España en 2002.
Vía: El País