El Athletic Club de Bilbao está empezando a salir del hoyo que ellos mismos se habían cavado jornada tras jornada. Parece que la mala suerte ha abandonado por fin el nuevo San Mamés, y los resultados positivos empiezan a aparecer. Lo último ha sido la victoria en casa contra el Sevilla, un equipo que este año está a un nivel superlativo. Los leones deben continuar con estas buenas sensaciones y llevarlas al partido, mejor dicho a la final contra el Oporto en Bilbao.
El Athletic Club con la victoria contra el Sevilla, el cual se podía haber puesto líder, se sitúa en el puesto undécimo de la Liga BBVA, después de que las primeras jornadas estuviera muy criticado y en puestos de descenso, los leones han sabido tirar de casta, lucha y pundonor, para ganar los dos últimos partidos contra el Almería, y el ya citado Sevilla.
Hablamos de casta y lucha, porque lo cierto es que el juego del Athletic Club deja todavía mucho que desear, pero el empuje que tiene el Bilbao sobre todo en su campo es incomparable. Así venció al Sevilla a base de entrega, el fútbol lo puso en muchas ocasiones el conjunto hispalense, pero los vascos se dejaron el alma, y así llegó el primer y único tanto del partido en el minuto 12, con un derechazo de volea de Aduriz que se dejó el alma para que entrara el balón por la portería.
Aduriz que por cierto se tuvo que retirar lesionado antes del final de la primera parte. Por lo visto el delantero tiene una lesión muscular en los isquiotibiales, y junto a De Marcos, con una molestia en un dedo, son duda para el partido de esta semana contra el Oporto. Son dos bajas importantes para el conjunto de Valverde, pero no tiene que haber excusas, la actitud debe ser la misma, o mejor incluso que contra el Sevilla, deben tomárselo contra una final. Es un milagro que se clasifiquen, pero si hay un equipo capaz de hacer milagros, y más con ese estadio, es el Athletic Club de Bilbao.
¡Ánimo Leones!
