Aire fresco del infierno

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Parece que con este amago de regreso del frío, también vuelven los estrenos potentes en nuestras carteleras, después de un largo periplo veraniego con contadas películas de buen ver (Enemigos Públicos, Arrástrame al infierno, Resacón en las Vegas y Up; así a vote pronto).

Una de las caras amables de este nuevo curso, pues, es sin duda Jennifer’s Body, la nueva película de Diablo Cody (guionista de Juno). De todos modos, promocionar la peli mencionando Juno no favorece para nada este nuevo producto, ya que no se parecen en nada. Diablo (voy a llamarla así) mantiene su sentido del humor gamberro y sin complejos, una banda sonora de obligada adquisición y la estetica indie de sus personajes; pero para nada se parece esta nueva película a su antecesora.

Esta vez, Diablo coge sus experiencias personales y su visión de la juventud norteamericana, las disfraza de película de serie B y las saca a pasear por las pantallas de todo el mundo. I aunque la historia central sea muy convencional y llana, cada escena rebosa originalidad y atrevimiento, dos cualidades muy caras de ver hoy en día. De hecho, Jennifer’s Body és un film muy metafórico. Critica duramente y con ironía la elevación a los altares de personajes miserables (y de eso, precisamente, en España sabemos un rato), se ríe del comportamiento de los hombres cuando se nos ponen dos pechos por delante y, sobretodo, ataca las siempre tortuosas y difíciles relaciones de amistad entre las chicas de una forma brillante, divertida y, cabe decirlo; alegremente exagerada.

En el aspecto interpretativo he de decir que me he llevado una sorpresa tanto con Megan Fox, como con Amanda Seyfried. A la primera esperaba verla dejar atrás su única imagen de tía buena y bordar un papel a su medida y al servicio de un buen guión. Pero no, está buena y punto. Y con Amanda Seyfried ocurre todo lo contrario, la niña angelical i repelente de Mamma Mía! se adapta cual camaleón al cambio bestial de registro y lo peta con su papel de chica débil y entregada a su dominante amiga, pero que acaba enontrando su fuerza y su personalidad.

Megan Fox, fea como ella sola
Megan Fox, fea como ella sola

De todos modos, Jennifer’s Body tiene un problema, y es que parece que jamás se acaba de tomar en serio a sí misma, y por eso no acaba de erigirse como la gran película que hubiese podido ser.