El 1 de diciembre de 2025, con motivo del Día Mundial del SIDA, se ha presentado un innovador programa piloto en el Hospital del Mar, en colaboración con la subdirección General de Adicciones, VIH, Infecciones de Transmisión Sexual y Hepatitis Víricas del Departament de Salut. Este proyecto tiene como objetivo garantizar el seguimiento del tratamiento antirretroviral en personas que viven con VIH y que, además, enfrentan problemas de adicción.
La iniciativa busca administrar directamente el tratamiento en centros de reducción de daños donde estas personas están vinculadas por su adicción. Esto no solo asegura la adherencia a la pauta de antirretrovirales, lo que es crucial para evitar el desarrollo del SIDA y disminuir el riesgo de transmisión, sino que también considera las circunstancias sociales de los pacientes, facilitando así su acceso a la atención médica.
El programa ha comenzado en dos centros específicos: el ARD Lluís Companys en Barcelona y el REDAN La Mina, en Sant Adrià del Besós. Hasta el momento, se está monitoreando a una veintena de personas con adicción a sustancias inyectadas. Según el Dr. Robert Güerri, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital del Mar y coordinador de la Unidad de VIH, se ha creado un vínculo entre los usuarios y los centros de reducción de daños que permite proporcionar el tratamiento sin que los pacientes deban desplazarse al hospital.
La metodología incluye la realización de analíticas en los propios centros de reducción de daños, donde los profesionales de la Unidad de VIH colaboran estrechamente con el personal de estas instalaciones. La medicación antirretroviral se envía desde el Servicio de Farmacia del Hospital del Mar a una farmacia comunitaria cercana, asegurando que los pacientes reciban su tratamiento de manera regular y continua. Este enfoque representa una oportunidad valiosa para abordar la problemática tanto médica como social que enfrentan estas personas.
El perfil de los pacientes que participan en el programa es de alta complejidad, ya que son personas VIH positivas, activas y sin tratamiento, lo que implica un alto riesgo de desarrollar SIDA y de transmisión del virus. En este contexto, la prueba piloto no solo busca estabilizar la salud de estos individuos, sino que también aspira a realizar un cribado entre este colectivo para identificar nuevos casos de infección. Hasta ahora, se han detectado 18 nuevos casos durante el pilotaje.
Si este programa resulta exitoso, se contempla su ampliación a otros centros de reducción de daños en la zona de influencia del Hospital del Mar, convirtiéndose en una herramienta fundamental en la lucha contra la propagación del VIH entre las personas con adicción, así como en el apoyo a su salud y bienestar social.
vía: Noticias Hospital del Mar





