AC Milán 1 – Real Madrid 1. El cohete blanco se despega del suelo

0
309

benzemá

Durante toda la primera parte de ayer, el Real Madrid cuajó el mejor juego de toda la temporada. La media de edad de 5 años de diferencia entre el Milán y el Madrid se notó. Y es que se notó que se esforzaron, corrieron y lucharon por todos los balones – que grande eres Lass -. Hay que pedirles aún mucho más por la calidad de sus jugadores y el técnico Pellegrini también ayudó dando continuidad al mismo once titular que frente al Getafe. De esta forma, se ganó en equilibrio y confianza para algunos jugadores, sobretodo para Benzemá.

Fue un Madrid arrollador, que se comía todo lo que hubiera por delante ocupando espacios, paredes, aperturas a bandas, desdobles, de todo. En esta ocasión hubo entendimiento del centro del campo hacia abajo. Lass ayudando a Sergio Ramos y Marcelo lo mismo con Arbeloa con total protagonismo en jugadas finales para O Rei Kaká, Benzemá Tank y Pipa Higuaín. Mientras los del AC Milán a verlas venir. Balones largos y que corra el chavalín ‘Pato’ que bien que la pudo liar en los balones que cogió.

Sergio Ramos aún anda perdido en nadie sabe qué, porque condiciones no le falta. Defiende mal y cuando ataca peor, ¿le faltará confianza?. Por su parte, el brasileño ‘Pato’ es el único que tiene la chispa necesaria para animar al resto de milanistas, jugador joven (20 años), rapidísimo con el balón aunque eso de defender lo deja para sus viejos y curtidos compañeros. O Rei Kaká se filtraba entre las líneas italianas como pez en el agua para encontrar a Benzemá que no perdía la oportunidad de disparar a la mínima y así nació el primer gol. Internada por el centro del brasileño que en su enésimo disparo y con ayuda de Thiago Silva, hace que el portero Dida se estire y rechace el balón a Benzemá , disparo cruzado del galo y gol, minuto 29 y el partido pintaba muy bien.

Se crecieron los madridistas aún más y no faltaba por supuesto, la parada milagrosa de San Casillas en un mano a mano frente a Pato. ¡Paradón!. El AC Milán como buen veterano que sabe medir cuando subir la intensidad y cuando no, llegó con un desatado Zambrotta que consiguió internarse en el área y Pepe – Ay Pepe – barrió con todo lo que pilló, lejos de alcanzar las piernas del italiano el balón le golpeó en la mano claramente y penalty, anotado magistralmente por Ronaldinho. Acto seguido, el árbitro Brych, anuló un gol que nadie sabe por qué no concedió, no lo sabrá ni él mismo. Por cierto, curiosa vara de medir del árbitro que barrió hacia los locales. Sobretodo en los choques de trenes favoreciendo a los rossoneros. Nefasto en este sentido en el resto la verdad que lo hizo bien.

La cosa cambió en el segundo tiempo, los madridistas se enfriaron y fue una especie de correcalles, todo muy espeso y truncado. Nada más que decir, solo que «el que nunca hace nada» estuvo apunto de marcar y dar los tres puntos. Pellegrini parece que ha dado con la tecla y faltaría por ver el resultado si hubiera jugado Cristiano Ronaldo.

Imagen: realmadrid