Septiembre es para muchos el mes de la vuelta a los entrenamientos deportivos tras un parón debido a las vacaciones de verano. Es el momento de volver a sacar la ropa deportiva y empezar a realizar esos deportes que tanto nos gustan. Pero eso sí, es importante que la vuelta no sea a lo loco, sino que tengamos en cuenta una serie de consejos para que esta vuelta sea de la forma más segura posible.
Por este motivo, hoy nos hemos hecho eco de una publicación realizada por Gympass donde se muestran varios consejos para garantizar nuestra seguridad a la hora de volver a realizar una actividad deportiva tras un periodo de inactividad.
Crea un rutina
Tras ese parón sin realizar ningún tipo de actividad, suele ser habitual que cueste más realizar los ejercicios. Para evitar esta situación, es importante prepararse psicológicamente y para ello es necesario marcarse unas pautas para volver a crear el hábito. Podemos marcar en un calendario los días y las horas en los que realizaremos el ejercicio, pero debemos asegurarnos que al menos son 3 días a la semana.
Descansar adecuadamente
Es importante respetar los tiempos de descanso para que los músculos se recuperen y reponer fuerzas. Para ello, se recomienda intercalar un día de descanso entre sesión y sesión. Además de esto, es crucial respetar las horas de sueño para que el cansancio no afecte a nuestro rendimiento.
Marcarse objetivos alcanzables
Debemos ser realistas y tener en cuenta que nuestro estado físico no es el mismo que al comienzo de las vacaciones. La vida sedentaria de los últimos días tiene sus consecuencias y no podemos pretender hacer todo el primer día de regreso al gimnasio. Por ello, será esencial recuperar el cuerpo sin prisas, con pequeños objetivos a corto plazo y fáciles de asumir. Recuerda, la perseverancia es un papel clave en esta vuelta a la rutina para volver poco a poco a la normalidad.
Escuchar a tu cuerpo
No todos los días nos sentimos al 100% y menos después de largo un periodo de parada. Hay que saber qué es lo que nos pide nuestro cuerpo y no llevarlo al límite. La calidad es más importante que la cantidad y, si un día vemos que necesitamos bajar la intensidad, hagámoslo, siempre y cuando el ejercicio esté bien hecho y no perjudique a tu forma física. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá y al día siguiente sentiremos más energía que nunca para recargar pilas para superarnos posteriormente.
Premia tu esfuerzo
No solo no debemos torturarnos en caso de que los resultados no sean los esperados, sino que, además, es importante que recompensemos los esfuerzos depositados y premiemos el trabajo bien hecho. Esto nos ayudará a sentirnos más motivados y felices y así tener más ganas de seguir avanzando y cumpliendo metas.