Su primera temporada arrancó dubitativa, pero firmó una espectacular segunda vuelta, que permitió al equipo acabar segundo y adelantar al Madrid galáctico. Despues, con Ronaldinho al frente llegó la llegada de Eto´o, la primera liga, la irrupción de Messi, los apasionantes duelos con el Chelsea, la Champions league, los aplausos del Bernabeu, la segunda liga… pero sobretodo una idea de futbol brillante; presión arriba, circulación rapida de balón, intentando llegar al área en 2 paredes sin rifar el balón.
Llegan los malos tiempos, la exigencia de los propios jugadores no es la misma, Ronaldinho desaparece. El ciclo «Rijkaard» comienza a desquebrajarse. LEy de vida, quizá. Me alegra que el barcelonismo haya visto el nivel de compromiso de algunos jugadores y el «talante» de su presidente y lo hayan distanciado de la figura del entrenador holandés. Un placer, Rijkaard, mucha suerte.