El cierre de Israel a la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza cumple ya cinco semanas, y la situación se torna cada vez más crítica. Las agencias de la ONU han alertado que las medicinas y otros suministros médicos se están agotando rápidamente, lo que ha llevado a que las unidades de sangre y otros recursos para la salud materno-infantil se encuentren en niveles alarmantemente bajos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que las mujeres a punto de dar a luz enfrentan condiciones extremas que amenazan tanto su salud como la de sus bebés.
Las continuas operaciones militares israelíes y el estricto bloqueo a la asistencia humanitaria han intensificado las preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de la población en Gaza. Luke Irving, jefe del Programa de Acción contra las Minas en los Territorios Palestinos Ocupados, indicó que las armas sin explotar representan una grave amenaza, lo que complica aún más la situación. «La gente tiene miedo y se centra en la supervivencia diaria», explicó, resaltando la dura realidad que enfrentan los habitantes.
El desplazamiento masivo ha vuelto a ser una constante en la región, con dos tercios de la Franja de Gaza considerados por el ejército israelí como zonas de exclusión o sometidos a órdenes de evacuación. En las últimas semanas, al menos 390.000 personas han sido forzadas a abandonar sus hogares. Las nuevas órdenes han empujado a muchas familias a buscar refugio en áreas como Al-Mawasi, donde los albergues se encuentran desbordados y las condiciones sanitarias han colapsado, generando escasez de agua e infestaciones de insectos.
En medio de esta crisis, los bombardeos israelíes han escalado notablemente. Entre el 3 y el 8 de abril, al menos 287 palestinos fueron asesinados y 912 resultaron heridos. Desde el 7 de octubre de 2023, más de 50.000 palestinos han perdido la vida y casi 116.000 han sufrido heridas. Además, desde el inicio del conflicto, 412 trabajadores humanitarios han sido asesinados, lo que ha generado una fuerte condena por parte de la ONU, que exige una investigación y rendición de cuentas por los ataques.
La presión sobre los trabajadores humanitarios es intensa, y Irving ha subrayado la necesidad de medidas de protección más eficaces para aquellos que intentan llevar ayuda a la población en estas zonas de combate activo. «Es un momento muy, muy difícil y la evidencia demuestra que no estamos protegidos en este momento», añadió, enfatizando la urgencia de la situación.
La situación nutricional en Gaza también se está deteriorando rápidamente, con los partidos humanitarios advirtiendo que la escasez de reservas se agrava día a día. La desnutrición sigue siendo un problema crítico, y aunque se continúan realizando controles, la distribución de suministros se ha visto afectada drásticamente. En marzo, solo 50.000 niños fueron examinados para detectar desnutrición, un descenso de más del 30% respecto al mes anterior. Además, el acceso a alimentos complementarios en el norte de Gaza ha sido severamente restringido por las hostilidades y las órdenes de desplazamiento.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación la grave crisis humanitaria que enfrenta la población de Gaza, haciendo un llamado a que se restablezca el acceso humanitario y se garantice la protección de los civiles y los trabajadores humanitarios.
Fuente: ONU últimas noticias