El jueves se hicieron públicos escalofriantes hallazgos en un informe de la ONU que revela actos de violencia sexual selectiva y ejecuciones sumarias perpetrados en la región de Darfur del Norte, Sudán. Estos actos son atribuidos a combatientes paramilitares que invadieron la ciudad de El Fasher a finales de octubre. El informe, elaborado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, detalla cómo los civiles, incluidos muchos que se encontraban en la sitiada El Fasher, sufrieron torturas y secuestros durante una ofensiva de tres días llevada a cabo por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el campamento de desplazados de Zamzam en abril de este año.
El alto comisionado, Volker Türk, destacó que más de 1.000 civiles fueron asesinados solo en la ofensiva de Zamzam, de los cuales 319 fueron ejecutados sumariamente dentro de sus hogares, en el mercado, en escuelas, centros de salud y mezquitas. Türk enfatizó que el asesinato deliberado de civiles podría constituir un crimen de guerra y subrayó la necesidad de que la comunidad internacional actúe frente a esta brutalidad.
El campamento de Zamzam en el momento del ataque albergaba a unas 500.000 personas desplazadas por el conflicto en Sudán, que estalló en abril de 2023 a raíz de una lucha de poder entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y la RSF, tras el fallido intento de una transición hacia un gobierno civil. Durante el ataque, que se extendió del 11 al 13 de abril, las RSF, apoyadas por milicias árabes aliadas, bombardearon la zona con artillería pesada, resultando en numerosas muertes y el desplazamiento de civiles.
Desde mayo de 2024, los ataques han continuado, especialmente contra El Fasher y los campamentos aledaños. En un mensaje video en línea, Türk reportó que al menos 104 personas, de las cuales 75 eran mujeres y el resto niñas y niños, sufrieron horrendos actos de violencia sexual, incluyendo violaciones y esclavitud sexual. Aseguró que esta violencia parece haberse utilizado intencionalmente para infundir terror en la comunidad.
Los testimonios en el informe son desgarradores. Relatan cómo miembros de las RSF atacaron a civiles en lugares de refugio, como mezquitas y escuelas religiosas. Un sobreviviente narró cómo los combatientes introdujeron sus rifles a través de pequeñas aberturas en las ventanas y abrieron fuego indiscriminadamente, resultando en la muerte de ocho hombres. Asimismo, una mujer que regresó al campamento en busca de su hijo desaparecido de 15 años describió un panorama desolador: «El campamento estaba vacío. Vi cadáveres esparcidos por las carreteras. Solo había pollos, burros y ovejas vagando por ahí», lamentó.
El informe se basa en la supervisión de derechos humanos de la ONU y en una misión realizada en julio de este año en el este de Chad, donde se llevaron a cabo entrevistas con 155 víctimas y testigos. Türk ha exigido una investigación imparcial y exhaustiva sobre el ataque a Zamzam, señalando que los responsables de violaciones graves del derecho internacional deben enfrentar un proceso judicial justo.
Fuente: ONU últimas noticias





