Hacía muchos años que no disfrutaba tanto de los partidos de Copa, quitando el incomestible Levante – Real Madrid, que tenía la eliminatoria más que sentenciada, y es que todos los equipos pusieron sus mejores jugadores en el campo, y deleitaron a los espectadores de buen juego, y sobretodo goles, que es lo más importante en el fútbol.
Ningún partido estuvo exento de emoción, ni siquiera el Mallorca se rindió cuando tenía que meter seis goles para pasar la eliminatoria, e hizo soñar con los aficionados que se acercaron al ONO Estadi con una noche mágica, como se vivió en el Madrigal. El Villareal fue capaz de remontar los dos goles en contra que consiguió el Valencia, pasando a la siguiente ronda, y demostrando que esta competición es bonita en todos los aspectos.
Incluso, se coló un equipo de segunda división, el Betis de Pepe Mel, no solo fue capaz de ganar en el Coliseo Alfonso Pérez, cuando parecía que todo lo tenía perdido, sino que también dio la vuelta a la eliminatoria, consiguiendo repetir unos cuartos de final estando en la división de plata, y ahora sueña con eliminar a todo-poderoso Barcelona.
En definitiva, la Copa del Rey es muy emocionante cuando los equipos ponen a todos los jugadores que tienen que jugar en el campo, aunque me gustaría que fuese más a partido único.
