El delantero catalán el domingo acabó con un gafe que le perseguía durante toda la carrera deportiva como periquito, porque nunca había conseguido batir al Madrid en el coliseo blanco, es decir, de sus 123 goles anotados ninguno de ellos había sido en el Bernabéu, pero ayer se acabó la historia, porque consiguió transformar el penalti que ponía a su equipo por delante y a la postre significó sumar un punto.
El último tanto que anotó en liga fue ante el Villareal el 5 de enero de este mismo año, en aquel partido se lució con dos goles y pudo ser alguno más, pero el árbitro se lo anuló, a pesar de eso todo este tiempo se ha quedado atrás después de batir a Casillas, por lo que ahora empieza la «racha de Tamudo«, o por lo menos eso esperan sus compañeros y afición.
Pd Cuando un delantero esta sin olfato de gol, le sabe bien marcar hasta de penalti