Cerca del 92% de la población mundial tiene acceso básico a electricidad, pero más de 666 millones de personas siguen sin poder disfrutar de este servicio fundamental, según un nuevo informe de la División de Estadística de la ONU, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y agencias internacionales de Energía y de Energías Renovables. Este estudio pone de manifiesto el progreso hacia el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7, que busca garantizar el acceso universal a la energía para 2030.
El informe destaca que, por primera vez en diez años, la cifra de personas sin acceso a electricidad disminuyó en 2022. Sin embargo, advierte que, al ritmo actual, no se alcanzará dicho objetivo. Por lo cual, las agencias involucradas enfatizan la necesidad de aumentar el financiamiento internacional, especialmente para soluciones descentralizadas basadas en energías renovables, como sistemas solares fuera de la red y minirredes. Estos sistemas son rentables y pueden beneficiar a comunidades rurales y vulnerables, que son las que más carecen de acceso a la energía.
En términos de cocinas, todavía hay aproximadamente 2.100 millones de personas que utilizan leña, carbón vegetal y otros combustibles contaminantes para cocinar, lo que ocasiona millones de muertes anuales debido a la contaminación del aire en interiores. En África subsahariana, la situación es alarmante, ya que el acceso a cocinas limpias continúa disminuyendo y la cantidad de personas que recurren a métodos contaminantes ha aumentado en 14 millones cada año.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que “los contaminantes que envenenan al planeta también afectan a las personas”, contribuyendo a un alto número de muertes por enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Ghebreyesus hizo un llamado urgente para intensificar la inversión en soluciones de cocina limpia, tanto para proteger la salud de las personas como la del planeta.
El informe también ilustra las disparidades regionales, señalando que 18 de los 20 países con mayor déficit de electricidad se encuentran en África subsahariana. Aunque la capacidad renovable instalada per cápita ha más que duplicado desde 2015, aún se sitúa muy por debajo de lo necesario. En África, la media es de solo 40 watts por persona, comparado con los más de 1.100 watts de los países desarrollados.
Guangzhe Chen, vicepresidente del Banco Mundial, recordó que aproximadamente la mitad de las personas sin electricidad vive en esta región y aplaudió los esfuerzos de doce países africanos que han desarrollado pactos energéticos nacionales. Sin embargo, el estudio alerta sobre la necesidad de una acción inmediata y coordinada. Aunque el financiamiento internacional para energía limpia alcanzó los 21.600 millones de dólares en 2023, un incremento del 27% respecto al año anterior, sigue siendo inferior a los niveles máximos alcanzados en 2016. Además, la distribución de estos fondos es desigual, con escasos países africanos entre los principales receptores.
Los organismos responsables del informe han advertido que la falta de progreso en este ámbito contribuye a millones de muertes prematuras y frena tanto el desarrollo educativo como el económico. Asimismo, la carencia de infraestructura y el acceso limitado a financiamiento son factores que restringen el impacto de las energías renovables.
Fuente: ONU últimas noticias