La producción mundial de alimentos ha experimentado un notable aumento que se traduce en récords en la cosecha de cereales, arroz y carne de aves. Este optimismo se manifiesta en un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que augura un crecimiento en el consumo y una recuperación de los inventarios globales.
Sin embargo, la FAO también alerta sobre la existencia de riesgos que amenazan la estabilidad del mercado alimentario, incluyendo la variabilidad climática y las tensiones comerciales internacionales. Según Máximo Torero, economista jefe de la FAO, la resiliencia de los sistemas agroalimentarios permanece como el mayor desafío a enfrentar.
El informe destaca que la producción de trigo y otros granos alcanzará niveles históricos, y que el arroz registrará cifras récord en regiones como Asia y América Latina. Los inventarios de trigo se incrementarán en un 3,6%, alcanzando su punto máximo hacia finales de la temporada 2025-26, mientras que las existencias de arroz aumentarán un 2,2%. Esta mayor oferta ha generado una presión a la baja en los precios internacionales, aunque se prevé un aumento sostenido en el consumo, sobre todo en países de bajos ingresos y con déficit alimentario.
La producción cárnica mundial también se elevará en un 1,4%, impulsada principalmente por la carne de ave, mientras que la producción bovina se verá afectada por la reducción de ganado en Brasil y Estados Unidos. En cuanto al azúcar, las cosechas sobresalientes en Brasil, India y Tailandia permitirán aumentar las reservas globales.
En contraste, el consumo mundial de aceites vegetales sobrepasará la producción debido a la disminución en la oferta de soja, resultado de reducciones en la superficie cultivada en varios países. Por otro lado, se espera que la producción de pesca y acuicultura crezca un 1,7%, impulsada por una mayor demanda.
El mercado del aceite de oliva comienza a mostrar signos de recuperación tras una sequía que había impactado drásticamente la producción y elevado los precios en 2023 y 2024. En España y Grecia, los precios mayoristas han caído considerablemente, aunque en Italia continúan altos. El aumento de lluvias en Túnez anticipa una producción récord, lo que podría posicionar al país como el segundo productor mundial en los próximos años.
Por otra parte, la FAO reportó un repunte en el uso de fertilizantes tras un periodo marcado por la escasez y altos costos. Sin embargo, los precios aún se mantienen por encima de los niveles previos a la crisis.
El informe también indica que la factura mundial de importación de alimentos podría aumentar casi un 8% en 2025, alcanzando los 2,22 billones de dólares. Este incremento es impulsado en gran parte por el alza de precios en productos como el café y el cacao, sugeridos sobre todo para países de renta alta.
En conclusión, aunque las perspectivas de recuperación son alentadoras, la seguridad alimentaria mundial depende en gran medida de la capacidad de los países para adaptarse a un entorno cada vez más incierto, caracterizado por cambios climáticos y relaciones comerciales volátiles.
Fuente: ONU últimas noticias
