Más de 150 países se han reunido esta semana en Roma para reanudar la 16ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, conocida como COP16.2. En el encuentro, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha hecho un llamado contundente a la acción para transformar los sistemas agroalimentarios a fin de apoyar los objetivos globales de biodiversidad.
Durante una reunión de alto nivel celebrada en la sede de la FAO, se subrayó la necesidad de integrar los sistemas agroalimentarios con la biodiversidad si se desea garantizar un futuro sostenible tanto para las personas como para el planeta. Este evento se basa en el impulso generado en la COP16 de Cali, Colombia, donde se lanzó la Iniciativa de Apoyo a las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (EPANB).
El director general de la FAO, Qu Dongyu, explicó que esta iniciativa permitirá a los gobiernos crear capacidades y aplicar estrategias que favorezcan la biodiversidad dentro del sector agroalimentario. En la reunión, estuvo acompañado por las ministras colombianas de Medio Ambiente y Agricultura, quienes hicieron hincapié en la urgencia de la colaboración global para alinear estrategias agrícolas y medioambientales. La producción sostenible de alimentos fue destacada como indispensable para combatir el hambre.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió sobre la cruda realidad de la biodiversidad, al afirmar que “los cimientos de la vida se están deshaciendo” y que la naturaleza no puede esperar. Qu Dongyu también enfatizó la importancia de ver la biodiversidad desde una perspectiva integral, señalando que esta se encuentra tanto en el suelo como en el agua.
La secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica, Astrid Schomaker, también participó en la reunión y destacó que la biodiversidad es fundamental para la seguridad alimentaria y la nutrición. La transformación de los sistemas agroalimentarios es crucial tanto para la conservación de la biodiversidad como para el desarrollo sostenible.
La situación es crítica, ya que se estima que hasta el 75% de los cultivos alimentarios dependen de la polinización, y la degradación de los ecosistemas pone en riesgo aproximadamente 3,000 millones de vidas, especialmente entre poblaciones vulnerables. Qu Dongyu instó a los países a integrar sus sistemas agroalimentarios en las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad.
Con el fin de los debates inconclusos en Cali, la ronda de negociaciones en Roma es vista como un momento decisivo en la agenda global para la biodiversidad, donde se espera finalizar los mecanismos financieros que movilicen los 200,000 millones de dólares necesarios anualmente. Guterres enfatizó que el éxito de las negociaciones depende de un compromiso firme con la financiación y la rendición de cuentas.
La FAO continuará trabajando para cerrar la brecha entre las metas y su implementación, asegurando que se disfruten tanto de beneficios para la biodiversidad como para la seguridad alimentaria. El director general concluyó su intervención sosteniendo la importante necesidad de un enfoque integrado que no deje a nadie atrás, con el objetivo de fomentar una producción de alimentos más responsable y sostenible.
Fuente: ONU últimas noticias