Aunque en el mundo, si nos pidieran mencionar específicamente una ciudad que consideremos la capital del arte, podríamos apostar por París, Roma o Nueva York, Viena es otra de las que no pueden faltar en la mención. Considerando la enorme cantidad de obras que podemos observar en la capital austríaca, en este caso queremos enseñarte una suerte de recorrido que bien vale la pena seguir si eres amante de estas producciones.
La Academia de Arte
Por ejemplo, primero que nada queremos recomendarte que visites un sitio fantástico, y no porque sea mejor que los demás, sino porque no es demasiado difundido por las agencias de turismo. Se trata de la Academia de Arte, donde se estudia Bellas Artes en Viena, y donde podrás encontrar producciones de jóvenes de todo el mundo con sus sueños a cuestas, y alejadas de los paradigmas básicos que tomarán en el futuro.
Pero además, este sitio cuenta con interesantísimas exhibiciones, como por ejemplo una de las tres obras capitales de Jeronimus Bosch, el primer surrealista de la historia. Por otro lado, también nos encontramos hasta medio centenar de creaciones de Rubens, y algunas otras obras de Francesco Guardi, entre las más de 600 que están a la vista del público.
El Museo de Historia del Arte
A sólo cinco minutos a pie de la Academia de Arte, podemos encontrarnos en Viena el Museo de Historia del Arte local, con una recopilación de las mejores obras de los últimos 500 años a nivel internacional. “La Lección de Arte”, de Vermmer, que Hitler amara, es una de sus grandes muestras. Pero también las hay de Tiziano, Velázquez, Caravaggio y Rubens, entre otros.
El Palacio del Belvedere
Finalmente, para terminar con un recorrido a todas luces artístico por Viena, imposible perderse el Palacio del Belvedere, donde existen algunas de las mejores creaciones de Gustav Klimt, partiendo claro desde “El Beso”.
