El equipo Red Bull tiene el mejor coche de la parrilla de la fórmula uno, de eso no hay duda y si hablamos ya de la clasificación, las diferencia aumentan mucho más respecto a sus rivales, pero durante toda la temporada han tenido un talón de aquiles, y que aún no han solucionado. Este no es otro que los motores. Suelen tener muchos problemas de fiabilidad, y aunque estos son los mismos que los que tienen el equipo Renault, el diseño del coche puede afectar a su rendimiento.
En la carrera del pasado fin de semana, los dos coches volvieron a tener problemas. Vettel tuvo que cambiar su motor el viernes debido a que su motor perdía aceite y amenazaba con una rotura.
Por contra a su compañero de equipo, Mark Webber, los problemas de aparecieron durante la carrera, donde tuvo que disminuir la velocidad en la segunda parte de la carrera, debido a que el abastecimiento de la gasolina no funcionaba de forma correcta.
Veremos que pasa en el Gran Premio de Hungría que se celebrará este fin de semana desde Hungría.
