Óscar Pereiro ha dado el susto de la jornada de hoy, en una etapa que la lluvía y los ataques en los primeros kilómetros marcaron una etapa que dejó al gallego fuera de combate, aunque la cosa podía haber sido peor puesto que se dio un fuerte golpe contra el guardarrail.
El ciclista gallego del Caisse d’Espargne afrontaba este tour de Francia con dos misiones, por un lado demostrar que el maillot amarillo conseguido en el 2006 fue por méritos propios, y lo segundo ayudar a Alejandro Valverde a ser el gran sucesor de Contador, pero desde la primera semana se vio que Óscar Pereiro podía estar mejor que el murciano, aunque ambos fallaron en las primeras de cambio.
Sin posibilidades para la general, al encontrarse a seis minutos del líder Cadel Evans, tenía libertad para hacer lo que quisiera, y eso era atacar para intentar meterse en una escapada y conseguir una etapa, pero hoy que era un día de los que tenía señalado y que estaba intentando pillar la escapada buena, ha tenido la mala suerte de «probar el suelo«.
Era el kilómetro 102 de la etapa y el pelotón bajaba, después de una subida muy movida e interesante, pero este descenso era más peligroso que lo habitual, entre otras cosas porque el asfalto estaba mojado, y eso hizo que el gallego no controlara la bicicleta en una curva del Col de Agnelo y se fue directo al guardarrail, aunque no se detuvo ahí, sino que cayó por el terraplén, pero por «suerte» solo tiene rotura de clavícula y fémur.
Ahora Óscar tendrá un periodo de vacaciones, lástima que no podrá estar en las Olimpiadas, ya que le hacía mucha ilusión estar en Pekín, aunque es joven y dentro de cuatro años puede estar peleando por una medalla
