Un reciente estudio internacional ha identificado la depresión resistente al tratamiento como un subtipo molecular distinto de la depresión mayor, lo que podría cambiar la forma en que se comprenden y tratan estas patologías. La investigación, publicada en la revista «Brain, Behavior, and Immunity», se ha centrado en analizar la biología de los pacientes con este tipo de depresión, encontrando que poseen características genéticas únicas en comparación con aquellos que responden a tratamientos convencionales.
El estudio, liderado por el Hospital del Mar Research Institute, la Universidad de Brescia en Italia y el Paris Brain Institute en Francia, forma parte del consorcio PROMPT, que se dedica a combinar datos clínicos y moleculares con el objetivo de prever el riesgo de desarrollar depresión resistente. La investigación ha analizado la sangre de 300 pacientes y ha encontrado más de 5.000 genes que actúan de manera diferente en aquellos que sufren de esta forma de depresión, resaltando el papel crucial del sistema inmunitario y la neuroplasticidad en la enfermedad.
La Dra. Marie-Claude Potier, del Paris Brain Institute, destacó que alrededor del 20% de los genes activos se comportan de forma distinta en estos pacientes, indicando que la depresión resistente al tratamiento posee su propia biología. La investigación sugiere que la respuesta inmunitaria reducida en estos individuos podría ser una de las razones por las cuales los tratamientos farmacológicos suelen fallar, abriendo la posibilidad de desarrollar terapias más específicas y eficaces.
Este hallazgo representa un avance significativo hacia la comprensión de la depresión a nivel molecular, como señaló la Dra. Júlia Perera Bel, del Programa de Investigación en Informática Biomédica (GRIB). El consorcio PROMPT busca establecer las bases para la psiquiatría de precisión, utilizando algoritmos de aprendizaje automático que podrían ayudar a identificar el tratamiento óptimo para cada paciente, minimizando así la administración de terapias ineficaces.
La investigación no solo promete mejorar los estándares de atención en la psiquiatría, sino que también plantea un cambio fundamental en la clasificación y abordaje de los trastornos del estado de ánimo, subrayando la necesidad de una caracterización molecular más completa en el futuro.
vía: Noticias Hospital del Mar


