Rafa Nadal vuelve a ver la luz en la tierra batida, y es que el tenista manacorí ha tenido que esperar a que llegase su superficie para recuperar la alegría y su mejor tenis, porque hasta el momento había dado muchas alegrías, pero le faltaba el punto de fuerza del año anterior, por supuesto, la moral tampoco era la misma, y quizás por eso cuando le tocaba uno de los grandes tenistas, casi siempre en semifinales de los torneos, acababa cayendo, pero todo eso ha cambiado desde que la arcilla entró a escena.
Uno de los defectos de Nadal es que es muy superior en la tierra batida, pero en otras superficies no lo es tanto, pero béndito defecto, porque de una tirara ha conseguido ganar los tres masters 1000 que se han disputado, además el último, el de Madrid, ante Roger Federer, por lo que afronta con mucha más moral su gran torneo, ya que el Roland Garrós es el siguiente Grand Slam, y allí Rafa Nadal espera recuperar su corona.
Además, si todo trascurre con normalidad, Roger Federer tendrá que salir con el número uno en el bolsillo, pero con menos distancia, así que si el suizo cae a las primeras de cambio, la ATP también podría sufrir alguna variación, aunque eso es secundario para Nadal, él solo piensa en aumentar el palmarés personal.