
Rafa Nadal pudo echarle el diente al trofeo del Open de Australia, y es que suma el primer Grand Slam australiano, además que sigue haciendo historia en el tenis español porque nadie había conseguido ganar allí en el Land Rover, aunque el manacorí se ha tenido que contener y no hacerlo antes de tiempo, puesto que ha visto como su eterno rival, pero amigo fuera de la pista, derrumbarse, llorar y no poder hablar a la afición que había decidido ver la final, aunque al final pudo dedicar unas palabras y llevarse la ovación.
Federer y Nadal volvieron a disputar una final épica, de esas que siempre son recordadas, porque no se ha resuelto hasta el quinto set, y tan solo el hundimiento físico del suizo permitió que el español pudiera tener más margen para conseguir sentenciar el Open de Australia, además la desesperación del suizo era evidente en su cara, porque una y otra vez maldecía en voz alta.
El primer set fue para el español, un set extraño, porque nadie conseguía aguantar su saque, y al final Nadal después de remontar un break consiguió ganar por 7-5, el segundo fue para el suizo que rompió el servicio de su rival en el momento clave, cuando era el momento clave en el octavo juego.
Ahí llegó el mejor momento de Federer, parecía que se iva a comer a Nadal, pero en un larguísimo set se tuvo que disputar todo en el tie-break, y allí Nadal no falló y eso que comenzó con un mini-break en contra, pero a pesar de eso le dio la vuelta, para caer en una cuarta manga y esperar al quinto y definitivo set donde el manacorí se pudo tirar al suelo y celebrar un nuevo grand Slam