Sabeis las fiestas en las que hay muchos globos, que apenas ves el suelo porque está oculto bajo miles de bolsas de aire de colores, pues bien imaginaros tal cantidad de globos que no veis ni el techo, estáis sumergidos en una piscina de globos.
Esa es la idea de el artista británico Martin Creed que ha llenado el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo de globos azules. La clave de la obra es la interactuación del público que se ve envuelto en un mar de globos. Pese a la vacuidad de la obra el espectador y protagonista es invadido por distintos sentimientos, primero de euforia y luego de angustia lo que convierten a esta obra en una experiencia única. No os podéis perder el video que está a continuación.