Hoy haremos referencia a un estilo que surge en la segunda mitad del siglo XX, pero que actualmente se encuentra aún a la orden del día, el conocido arte minimal. Este estilo incluso se ha extendido al mundo de la decoración, de la moda, como algo que inspira una estética moderna, de nuestro tiempo. A decir verdad, sus cimientos ya se sitúan en un período aun más posterior, con artistas como Malevich y las vanguardias constructivistas, cuyo principal objetivo era: “liberar al arte del lastre del mundo representativo, refugiarse en la forma del cuadrado”. Por lo tanto, como punto de partida se buscaban las formas puras, a partir de la cuales luego se haría la construcción, es decir, el arte se empieza a integrar en el constructivismo, un arte del pueblo y para el pueblo, buscando siempre una función.
Con el minimal se utilizarán estas formas puras, y, negando las corrientes anteriores (tratadas en otras entradas) del Pop Art o el Expresionismo Abstracto, utilizan su estética lineal para centrarse en la repetición continua de las formas. Se trata de un arte frío, geométrico y calculado con materiales industriales; aquello que se repite es el módulo: la forma cuadrangular o cúbica encargada de constituir la obra.
Esta repetición del módulo, derivó a que muchos artistas utilizaran este elemento para crear juegos artísticos, efectos de luz y creaciones de espacio. Es un intento de percibir la realidad a base de formas repetidas en donde situar al espectador. Artistas como Dan Flavin destacaron por este juego, utilizando luces de neón y utilizando ahora el componente del color.
El minimal derivó también a que se pusiera en práctica la creación de efectos de movimiento virtual, algo tremendamente innovador, en donde los entrecruzamientos de las líneas cuadrangulares de los módulos contribuyen a crear esa sensación. Además, el enriquecimiento de este estilo, que surgió simplemente con la idea de la repetición, sirvió posteriormente para expresar conceptos, es decir, arte conceptual.
El minimal, supuso el inicio de un nuevo camino que marcó al arte contemporáneo de finales del siglo XX. A través de su idea básica, se experimentaron diversos modos de tratarlo y numerosas nuevas formas artísticas, que parecen que, hoy en día, siguen sin agotarse.