Cuando se habla de Miguel Indurain se piensa en los cinco tours de Francia que consiguió el español, y es que él era el «hombre Tour», y ahora con la vuelta de Lance Amstrong, he pensado que se merecía un homenaje, aunque poca gente se ha olvidado de él y de aquellas tardes de verano que hemos sufrido mientras que subía los colosos más grandes de Francia.
Miguel Indurain fue el primer ciclista en conseguir 5 tours de francias seguidos, además de los dos giros, tan solo le faltó una vuelta a España,aunque él y el Banesto, equipo de toda la vida, no la tenían entre sus objetivos, y eso que era uno de los más queridos por la afición, ya que su sencillez era mucha y honesto, de hecho no llegó a arrastrarse por la carretera por dinero, y después de aquel fatídico 96 prefirió colgar la bicicleta.
Cuando se habla de Indurain es hablar de un niño que nació en una familia humilde de Villava, un pueblo situado en Pamplona, por eso cada 7 de junio se colocaba el pañuelo rojo honrando a su San Fermín, aunque su profesión fue ciclista no fue hasta los 11 años cuando le regalaron su primera bicicleta de carreras, dejando de lado los estudios que no fueron su mejor virtud, además el empuje de su hermano Prudencio, que también fue ciclista, fue más que determinante, y gracias a eso podemos presumir de un auténtico campeón, sobretodo porque una de sus características era su generosidad, y es que más de una vez a apretado el freno para no ganar a su «compañero de fuga» y eso que era más rápido.
